19/02/2018, 21:17
Efectos colaterales. Aquello podía significar una sola cosa, y es que los padres de su sobrina tendrían que haber perecido mientras se veían inmiscuidos, directa o indirectamente, en alguna labor de un ninja. Lo que desde luego agobiaba culpas y, probablemente; habría convertido a la pérdida de Jitsuna en uno de los tantos casos donde la impunidad triunfa por sobre lógica. Donde la bandana y el status que se porta con ella vence a la justicia. Se habían visto casos donde la culpa no se asumía por el simple hecho de ser un shinobi. Y eso, de alguna forma, estaba mal.
Pero él no tenía nada que ver con aquello, ni tampoco Amegakure. Lo que hubiesen causado los kusajin y/o Uzujin no tenía por qué convertirse en una carga para él, o para los suyos.
—De momento, arrojar el anzuelo y esperar a que el ladrón muerda la carnada. Necesito que hagas todo como vienes haciéndolo: desde el momento en el que clausuras la cocina, despachas a los comensales, limpias el lugar y cierras todo. No sé si pones llave a las entradas principales, pero habría que enumerar los lugares por donde el ladrón puede entrar sin ser visto, o asumir que se esconde en algún lugar del barco antes de que la noche finalice. ¿Eres bueno con los rostros? ¿podrías hacer memoria acerca de quién ha visitado Baratie más de un par de veces, con continuidad?
Tomó un trago, por primera vez. Arrugó la cara, se quejó del ardor en su garganta y continuó.
—Puede que haya estado entre vosotros y no os hayáis dado cuenta.
Pero él no tenía nada que ver con aquello, ni tampoco Amegakure. Lo que hubiesen causado los kusajin y/o Uzujin no tenía por qué convertirse en una carga para él, o para los suyos.
—De momento, arrojar el anzuelo y esperar a que el ladrón muerda la carnada. Necesito que hagas todo como vienes haciéndolo: desde el momento en el que clausuras la cocina, despachas a los comensales, limpias el lugar y cierras todo. No sé si pones llave a las entradas principales, pero habría que enumerar los lugares por donde el ladrón puede entrar sin ser visto, o asumir que se esconde en algún lugar del barco antes de que la noche finalice. ¿Eres bueno con los rostros? ¿podrías hacer memoria acerca de quién ha visitado Baratie más de un par de veces, con continuidad?
Tomó un trago, por primera vez. Arrugó la cara, se quejó del ardor en su garganta y continuó.
—Puede que haya estado entre vosotros y no os hayáis dado cuenta.