20/02/2018, 01:22
—Oeh, ¿podrías bajarle ya algo a las bromas? Sé que estoy hundido en la mierda, no necesito que me lo restrieguen en la cara— bufó molesto, pues aunque el otro ninja le estaba ayudando eso no le daba derecho a humillarlo.
Aunque, de por sí no le gustaban las bromas de ningún tipo, pero más detestaba que se metieran a juzgar su condición. No se iba a tragar un excusa de que lo decía de forma general, pues la situación era demasiado específica cómo para creer que era un malentendido. Para colmo, él ni siquiera poseía una capacidad ofensiva muy grande de la cuál estar orgulloso ."Fuf, ya quisiera yo tener técnicas asesinas." De esas que mencionaba el castaño.
La arena empezaba a ganar volumen en su posición desde los bordes de la muralla, por lo que pronto deberían moverse del sitio. El Isa escuchó la respuesta del ninja de Uzushiogakure pacientemente, observándolo desde el rabillo del ojo. No le pareció ni bueno ni malo lo que dijo, simplemente que era una forma distinta de pensar.
—A mí extraña la mansedumbre qué muestras tú u otros ninjas de Uzushio, que realmente son pocos con los que he cruzado palabra, pero ahora que me lo pienso será por las enseñanzas de su aldea— decía mientras intentaba arreglarse nuevamente el peinado —En Amegakure se nos enseña a ser duros y tenaces. Incluso en algunas familias es costumbre poner a sus hijos pequeños a correr bajo las tormentas cómo dios les trajo al mundo. Nuestra kage es estricta y severa con sus habitantes, circulando rumores de castigos terribles para los que desobedecen o fallan. No puedo dar fe de ello, pero por el bien de mi cuellito tampoco trataré de comprobarlo— Una vez arreglado se levantó para seguir su camino. —Conozco muy poco mundo realmente, pero en la mayoría de casos los demás ninjas con los que me he topado no destacan por su ferviente deseo de ayudar al prójimo precisamente~
Aunque, de por sí no le gustaban las bromas de ningún tipo, pero más detestaba que se metieran a juzgar su condición. No se iba a tragar un excusa de que lo decía de forma general, pues la situación era demasiado específica cómo para creer que era un malentendido. Para colmo, él ni siquiera poseía una capacidad ofensiva muy grande de la cuál estar orgulloso ."Fuf, ya quisiera yo tener técnicas asesinas." De esas que mencionaba el castaño.
La arena empezaba a ganar volumen en su posición desde los bordes de la muralla, por lo que pronto deberían moverse del sitio. El Isa escuchó la respuesta del ninja de Uzushiogakure pacientemente, observándolo desde el rabillo del ojo. No le pareció ni bueno ni malo lo que dijo, simplemente que era una forma distinta de pensar.
—A mí extraña la mansedumbre qué muestras tú u otros ninjas de Uzushio, que realmente son pocos con los que he cruzado palabra, pero ahora que me lo pienso será por las enseñanzas de su aldea— decía mientras intentaba arreglarse nuevamente el peinado —En Amegakure se nos enseña a ser duros y tenaces. Incluso en algunas familias es costumbre poner a sus hijos pequeños a correr bajo las tormentas cómo dios les trajo al mundo. Nuestra kage es estricta y severa con sus habitantes, circulando rumores de castigos terribles para los que desobedecen o fallan. No puedo dar fe de ello, pero por el bien de mi cuellito tampoco trataré de comprobarlo— Una vez arreglado se levantó para seguir su camino. —Conozco muy poco mundo realmente, pero en la mayoría de casos los demás ninjas con los que me he topado no destacan por su ferviente deseo de ayudar al prójimo precisamente~