20/08/2015, 00:26
(Última modificación: 20/08/2015, 00:27 por Sasagani Yota.)
No tardó en llegar la primera visita, pero no me di cuenta de ello hasta que me llamó. Estaba totalmente enbobado viendo aquellos estudiantes practicando aquella técnica tan simple. Ni siquiera me percate del mecanismo de la puerta cuando la muchacha de cabellos y orbes celestes la abrió.
Me giré de golpe en cuanto me saludó.
-¡Er..Eri!- exclamé, gratamente sorprendido -Eso me temo. ¿A ti también te han citado? Tengo mis sospechas y ojalá sean ciertas. ¡Me encantaría hacer mi primera misión contigo!-
Había tan solo 4 personas con las que me iría de misión con los ojos cerrados y con plena confianza de que todo iba a salir bien. Pero de todas ellas solo había una que fuese chica y esa era Eri, la fémina que tenía justo enfrente a la cual observaba con una sonrisa.
-Pero parece que aún tendremos que esperar un poco más... Imagino que alguien más vendrá a explicarnos que hay que hacer. Así que mientras hacemos tiempo, acércate. Vamos, ven a mirar- propuse indicando la ventana -¿Te acuerdas? Creo que están practicando el Bunshin pero son muy malos, la verdad-
Y así era.
Si Eri se acercaba hasta la ventana acabaría viendo a los chicos realizando tres simples sellos y tratando de proyectar su chakra hacia el mundo exterior para hacer un calco de ellos mismos, pero por ahora era en vano. Los había de varios tamaños y formas: grandes, pequeños, flacos, gordos, de formas difusas y extrañas, incluso algunos que carecían de profundidad. Eso a los que se les daba bien, porque había algunos que no eran capaces siquiera de hacer una figura enana.
-Probablemente sea su primera práctica-
Me giré de golpe en cuanto me saludó.
-¡Er..Eri!- exclamé, gratamente sorprendido -Eso me temo. ¿A ti también te han citado? Tengo mis sospechas y ojalá sean ciertas. ¡Me encantaría hacer mi primera misión contigo!-
Había tan solo 4 personas con las que me iría de misión con los ojos cerrados y con plena confianza de que todo iba a salir bien. Pero de todas ellas solo había una que fuese chica y esa era Eri, la fémina que tenía justo enfrente a la cual observaba con una sonrisa.
-Pero parece que aún tendremos que esperar un poco más... Imagino que alguien más vendrá a explicarnos que hay que hacer. Así que mientras hacemos tiempo, acércate. Vamos, ven a mirar- propuse indicando la ventana -¿Te acuerdas? Creo que están practicando el Bunshin pero son muy malos, la verdad-
Y así era.
Si Eri se acercaba hasta la ventana acabaría viendo a los chicos realizando tres simples sellos y tratando de proyectar su chakra hacia el mundo exterior para hacer un calco de ellos mismos, pero por ahora era en vano. Los había de varios tamaños y formas: grandes, pequeños, flacos, gordos, de formas difusas y extrañas, incluso algunos que carecían de profundidad. Eso a los que se les daba bien, porque había algunos que no eran capaces siquiera de hacer una figura enana.
-Probablemente sea su primera práctica-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa