20/08/2015, 01:10
(Última modificación: 20/08/2015, 01:11 por Sasagani Yota.)
¿Qué era aquella sensación? Era como si la situación fuese dirigida por alguna especie de titiritero que solo buscase diversión. La anciana, Juro y servidor éramos las marionetas, los protagonistas de la función. No apartaba la mirada de aquella mujer que sostenía sus vestiduras con fuerza, la cual alegaba que no nos preocupáramos por ella ya que vivía en aquel lugar y se conocía aquellos bosques como si fueran la palma de su mano. ¿Hablaba en serio? Ver para creer.
Me dispuse a contestarle. De hecho abrí la boca, pero mi acompañante habló por mi así que me quedé observando aquella conversación que no llevaba a ninguna parte, pero por lo visto la viejecita encontraba aquel encuentro de lo más divertido, algo que aún me descolocó más.
*¿Pero qué cojones es esto? ¿Dónde está la maldita gracia?*
Era aquella sonrisa aparentemente tan natural lo que acabó por disparar todas y cada una de mis alarmas. Emanaba confianza y tranquilidad por todos los poros de su piel.
-¿Vive en el bosque?- pregunté tras la mirada de complicidad de Juro -No, definitivamente no lo creo. Los peligros son para aquellos que no están preparados, en caso contrario tan solo son estorbos o piedras en el camino. Pero dejémonos de rodeos. Díganos quién es usted, como ha podido comprobar, nosotros tan solo somos shinobis de Uzushiogakure-
Había llegado el momento de obtener respuestas, saber quién era aquella mujer y cuales eran sus verdaderas intenciones. La brisa del bosque puso mi vello como escarpias pero aquello no iba a detenerme, tal y como había dicho, tan solo era una piedra en el camino y no estaba dispuesto a tropezar en ella.
-Mi compañero es Juro y yo soy Yota. Ahora le toca a usted-
Me dispuse a contestarle. De hecho abrí la boca, pero mi acompañante habló por mi así que me quedé observando aquella conversación que no llevaba a ninguna parte, pero por lo visto la viejecita encontraba aquel encuentro de lo más divertido, algo que aún me descolocó más.
*¿Pero qué cojones es esto? ¿Dónde está la maldita gracia?*
Era aquella sonrisa aparentemente tan natural lo que acabó por disparar todas y cada una de mis alarmas. Emanaba confianza y tranquilidad por todos los poros de su piel.
-¿Vive en el bosque?- pregunté tras la mirada de complicidad de Juro -No, definitivamente no lo creo. Los peligros son para aquellos que no están preparados, en caso contrario tan solo son estorbos o piedras en el camino. Pero dejémonos de rodeos. Díganos quién es usted, como ha podido comprobar, nosotros tan solo somos shinobis de Uzushiogakure-
Había llegado el momento de obtener respuestas, saber quién era aquella mujer y cuales eran sus verdaderas intenciones. La brisa del bosque puso mi vello como escarpias pero aquello no iba a detenerme, tal y como había dicho, tan solo era una piedra en el camino y no estaba dispuesto a tropezar en ella.
-Mi compañero es Juro y yo soy Yota. Ahora le toca a usted-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa