28/02/2018, 01:42
—Ciertamente el primer ninja de la hierba que conocí fue Juro, así que no puedo comprar sus habilidades con otro procedente de su aldea, y bueno no podría juzgarlos por algunos rumores, después de todo él logró hacerle frente a aquella kunoichi.— Compartí la idea de que el pelinegro había plasmado del kusajin.
Continué mis estiramiento mientras pensaba en los hechos ocurridos en la última cumbre de los Kages, el tiempo de desconfianza y hostilidad entre las tres aldeas y demás. —Fue una locura todo lo que ocurrió el año pasado, con respecto a la reunión del Morikage, Arashikage y Uzukage.— Miré directamente al pelinegro. —Siento mucho su pérdida.— Comenté haciendo referencia a Uzumaki Gouna.
—¿Qué puedo decir?— Traté de pensar un poco en lo último ocurrido en la lluvia, pero nada venía a mi mente. —En mi villa todo ha estado tranquilo, las precipitaciones dan buen augurio, el día que los rayos del sol nos alcancen no será nada bueno.— Comenté sin saber exactamente que decir al respecto; no obstante, luego vino el recuerdo de Aiko, la imagen de la pelirroja cayendo a las profundidades del lago de Amegakure. —Bueno, puedo decir que perdí a una compañera y pasará mucho tiempo hasta que la vuelva a ver.— Dije con un tono triste, en mis ojos se podía notar como el brillo de los mismos mermaba por unos segundos. —Sí es que la vuelvo a ver...— Musité.
Sacudí mi cabeza a ambos lados energeticamente y luego miré al Uchiha, me planté frente a él, diez metros nos separaban. —¿Estás listo?— Realicé el sello correspondiente.
Continué mis estiramiento mientras pensaba en los hechos ocurridos en la última cumbre de los Kages, el tiempo de desconfianza y hostilidad entre las tres aldeas y demás. —Fue una locura todo lo que ocurrió el año pasado, con respecto a la reunión del Morikage, Arashikage y Uzukage.— Miré directamente al pelinegro. —Siento mucho su pérdida.— Comenté haciendo referencia a Uzumaki Gouna.
—¿Qué puedo decir?— Traté de pensar un poco en lo último ocurrido en la lluvia, pero nada venía a mi mente. —En mi villa todo ha estado tranquilo, las precipitaciones dan buen augurio, el día que los rayos del sol nos alcancen no será nada bueno.— Comenté sin saber exactamente que decir al respecto; no obstante, luego vino el recuerdo de Aiko, la imagen de la pelirroja cayendo a las profundidades del lago de Amegakure. —Bueno, puedo decir que perdí a una compañera y pasará mucho tiempo hasta que la vuelva a ver.— Dije con un tono triste, en mis ojos se podía notar como el brillo de los mismos mermaba por unos segundos. —Sí es que la vuelvo a ver...— Musité.
Sacudí mi cabeza a ambos lados energeticamente y luego miré al Uchiha, me planté frente a él, diez metros nos separaban. —¿Estás listo?— Realicé el sello correspondiente.