4/03/2018, 22:46
El amenio me aseguró que él era el más desagradable de su villa. Cosa que, desde luego, no podía ni empezar a creerme. Es decir, solo conozco a un amenio más y ya es varias décadas más horripilante y grosero y maleducado y despreciable que él, ¡a saber como eran los que me quedaban por conocer!
— Supongo que con los de vuestra villa se comporta de otra forma, pero al salir del país se volverá gilipollas. Te compadezco, ojalá no tenga que enterarme yo de que uno de mis amigos va por los otros países dando un imagen así de mi villa.
No había ni tiempo ni ganas de hablar en medio de una tormenta de arena, que además parecía hacer mil cosas pero ninguna de ellas era aminorar. Apenas habíamos empezado a caminar cuando un sonido empezó a mezclarse con el de la tormenta. Si mis sentidos no me fallaban era un galope. ¿Caballos? ¿En el desierto?
Detenerse era igual de peligroso que seguir adelante, así que preferí no decir nada y simplemente andar hacia delante como si nada. Stuffy alzó las orejas, escuchando atentamente cualquier anomalía que pudiese aportarle más información acerca de esos seres que se acercaban, pero tampoco se detuvo.
— Supongo que con los de vuestra villa se comporta de otra forma, pero al salir del país se volverá gilipollas. Te compadezco, ojalá no tenga que enterarme yo de que uno de mis amigos va por los otros países dando un imagen así de mi villa.
No había ni tiempo ni ganas de hablar en medio de una tormenta de arena, que además parecía hacer mil cosas pero ninguna de ellas era aminorar. Apenas habíamos empezado a caminar cuando un sonido empezó a mezclarse con el de la tormenta. Si mis sentidos no me fallaban era un galope. ¿Caballos? ¿En el desierto?
Detenerse era igual de peligroso que seguir adelante, así que preferí no decir nada y simplemente andar hacia delante como si nada. Stuffy alzó las orejas, escuchando atentamente cualquier anomalía que pudiese aportarle más información acerca de esos seres que se acercaban, pero tampoco se detuvo.
—Nabi—