20/08/2015, 19:52
Karamaru agradeció el gesto, cuando le obsequié el block de notas y el lápiz, quizás fuera un regalo de poco calibre, para mi suponía un esfuerzo tremendo, adquirir ese tipo de enseres.
-Me alegra que te haya gustado, fue una costumbré que me enseñó mi abuelo, llevar siempre algo encima con lo que poder anotar. Y te aseguro que es tremendamente útil. Respondí a mi interlocutor convencido de ello.
Seguimos subiendo escaleras a un buen ritmo, pero gracias a nuestra conversación, podíamos apartar la sensación de cansancio, por lo menos hacía la subida un poco más llevadera. A pesar de ello, cuando comencé la escalada por aquellas escaleras interminables, algo me decía que no lo lograría, por lo menos en el primer intento.
El shinobi de Amegakure quitó hierro al asunto por no haberme dado cuenta de su hitai-ate. -Eres muy amable Karamaru-san. Sonreí. Luego preguntó por qué era tan gentil, sin duda fue una pregunta inesperada. -¿Gentil dices? Supongo que lo hago por el karma, lo que hagas a los demás te será devuelto multiplicado. Por eso lo hago.
"El karma no es la venganza del universo, sino el reflejo de nuestras acciones..."
A karamaru-san le sonó raro lo de crear una montaña, pero algo plausible para aquellos maestros que dominaban el doton. -Eso es, creaba una montaña. Quizás te suene pretencioso pero es algo posible. Luego sacó su recién adquirido block y lápiz, quería apuntar la oración de antes. -Si quieres te la repito. Y luego pensó que aquello tendría una relación con mi sueño. -No lo creo Karamaru-san, yo creo que el sueño quiere decir que si sigo la senda de la virtud, lograré poseer un gran poder.
"Que curioso que es Karamaru, y la curiosidad es la más permanente y segura característica de una vigorosa inteligencia"
-Si, en mi sueño creaba una montaña que nacía en mis pies, y me ascendía al mismo cielo. Pero sentía que podía hacer lo mismo en el mundo entero.
-Me alegra que te haya gustado, fue una costumbré que me enseñó mi abuelo, llevar siempre algo encima con lo que poder anotar. Y te aseguro que es tremendamente útil. Respondí a mi interlocutor convencido de ello.
Seguimos subiendo escaleras a un buen ritmo, pero gracias a nuestra conversación, podíamos apartar la sensación de cansancio, por lo menos hacía la subida un poco más llevadera. A pesar de ello, cuando comencé la escalada por aquellas escaleras interminables, algo me decía que no lo lograría, por lo menos en el primer intento.
El shinobi de Amegakure quitó hierro al asunto por no haberme dado cuenta de su hitai-ate. -Eres muy amable Karamaru-san. Sonreí. Luego preguntó por qué era tan gentil, sin duda fue una pregunta inesperada. -¿Gentil dices? Supongo que lo hago por el karma, lo que hagas a los demás te será devuelto multiplicado. Por eso lo hago.
"El karma no es la venganza del universo, sino el reflejo de nuestras acciones..."
A karamaru-san le sonó raro lo de crear una montaña, pero algo plausible para aquellos maestros que dominaban el doton. -Eso es, creaba una montaña. Quizás te suene pretencioso pero es algo posible. Luego sacó su recién adquirido block y lápiz, quería apuntar la oración de antes. -Si quieres te la repito. Y luego pensó que aquello tendría una relación con mi sueño. -No lo creo Karamaru-san, yo creo que el sueño quiere decir que si sigo la senda de la virtud, lograré poseer un gran poder.
"Que curioso que es Karamaru, y la curiosidad es la más permanente y segura característica de una vigorosa inteligencia"
-Si, en mi sueño creaba una montaña que nacía en mis pies, y me ascendía al mismo cielo. Pero sentía que podía hacer lo mismo en el mundo entero.