1/04/2018, 16:07
(Última modificación: 1/04/2018, 16:07 por Uchiha Akame.)
La estrategia del Uchiha salió a pedir de boca, y apenas unos segundos después de liberar su propia cortina de humo en dirección a Keisuke, el amejin salió de la cobertura entre sonoras toses. Akame le disparó sus shuriken con un tiro hábil que acertó al muchacho en el brazo. Sin embargo, el genin de la Lluvia estaba lejos de ser derrotado; y arrancándose las estrellas metálicas de su propia carne, formuló un sello de mano que el Sharingan de Akame distinguió perfectamente.
«¡Demasiado lento!»
Akame vió cómo Keisuke se desplazaba a toda velocidad hacia él, retrayendo el brazo derecho mientras cerraba el puño. «¡Demasiado obvio!» El Uchiha se limitó a flexionar las rodillas, ladearse ligeramente y dejar que sus dos antebrazos ocuparan la posición que el puño de Keisuke estaba a punto de golpear.
Sin embargo, justo cuando los nudillos del amejin hacían contacto con sus brazos dispuestos para bloquear, el Sharingan de Akame le reveló que aquel golpe guardaba una peligrosa sorpresa. Una descarga de chakra extremadamente potente y bien dirigida le impactó con la brutalidad de un toro embravecido. El Uchiha ahogó una exclamación de sorpresa y luego salió inevitablemente propulsado hacia atrás.
Voló por los aires unos cuantos metros hasta finalmente tocar tierra de forma poco sutil. Rodó por el tatami mientras notaba cómo sus brazos estaban flojos producto del tremendo impacto. «¡La hostia! ¿Pero qué demonios ha sido eso?»
—Joder, buen golpe —tuvo que admitir, entre jadeos, mientras se ponía en pie no sin dificultad—. Eso... Nunca había visto una técnica así, Keisuke-san.
Akame se incorporó profundamente dolorido; por suerte el golpe no le había roto ningún hueso, y aun podía tenerse en pie. Sin embargo, una rápida evaluación de su contrincante le reveló que él no estaba en tan buenas condiciones.
—¿Lo dejamos aquí? Creo que ha sido un buen combate. Breve pero intenso —propuso—. Aunque si quieres continuar no te pondré pegas. Que no se diga que los de Uzu nos amilanamos a la primera de cambio.
«¡Demasiado lento!»
Akame vió cómo Keisuke se desplazaba a toda velocidad hacia él, retrayendo el brazo derecho mientras cerraba el puño. «¡Demasiado obvio!» El Uchiha se limitó a flexionar las rodillas, ladearse ligeramente y dejar que sus dos antebrazos ocuparan la posición que el puño de Keisuke estaba a punto de golpear.
Sin embargo, justo cuando los nudillos del amejin hacían contacto con sus brazos dispuestos para bloquear, el Sharingan de Akame le reveló que aquel golpe guardaba una peligrosa sorpresa. Una descarga de chakra extremadamente potente y bien dirigida le impactó con la brutalidad de un toro embravecido. El Uchiha ahogó una exclamación de sorpresa y luego salió inevitablemente propulsado hacia atrás.
Voló por los aires unos cuantos metros hasta finalmente tocar tierra de forma poco sutil. Rodó por el tatami mientras notaba cómo sus brazos estaban flojos producto del tremendo impacto. «¡La hostia! ¿Pero qué demonios ha sido eso?»
—Joder, buen golpe —tuvo que admitir, entre jadeos, mientras se ponía en pie no sin dificultad—. Eso... Nunca había visto una técnica así, Keisuke-san.
Akame se incorporó profundamente dolorido; por suerte el golpe no le había roto ningún hueso, y aun podía tenerse en pie. Sin embargo, una rápida evaluación de su contrincante le reveló que él no estaba en tan buenas condiciones.
—¿Lo dejamos aquí? Creo que ha sido un buen combate. Breve pero intenso —propuso—. Aunque si quieres continuar no te pondré pegas. Que no se diga que los de Uzu nos amilanamos a la primera de cambio.