22/08/2015, 00:13
Karamaru explicó desde su punto de vista, lo que había interpretado. Su razonamiento era factible, pensó que quizás de no cambiar el mundo en sí, sino de hacer algo relevante para el mundo. -Tiene mucho sentido lo que dices, yo también me lo figuré, en cierto modo, es lo más razonable.
La conversación continuaba, al igual que nuestra subida por aquellas escaleras que seguían sin verse el final, el cansancio ya pasaba factura, y fuera por mi pesimismo o no, sabía que en este intento no lograría llegar hasta el final. Pero como bien dije antes, seguiría intentándolo hasta que lo lograse. Una vez llegue hasta la cima, hablaré conmigo mismo, y con los Dioses.
Karamaru por su parte, me habló sobre su visión del destino, pensaba que nada estaba escrito. Todo es posible si te lo propones, pero en mitad del camino, las influencias pueden desviarte de tu camino. Un verdad absoluta sin duda, nacemos con un propósito pero la sociedad, los acontecimientos que transcurren en la vida de uno, nos hacen olvidar nuestro propósito verdadero. -Tienes razón, siempre que uno se proponga algo realizable.
"El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino"
-Bueno, pase lo que pase, mi propósito será que cuando me marche de este mundo, sea un poco mejor. Dije convencido.
Pero había algo que reconcomía a Karamaru, era sobre mi regalo, el sentía la necesidad de devolverme el favor con otro obsequio. A lo que le respondí sonriente. -No te preocupes Karamaru-san, haz el obsequio a alguien que lo pueda necesitar. Aunque agradezco tu gesto, no te preocupes.
Estábamos en un punto en el que a escasos metros, se podía apreciar como los únicos que estaban por delante de nosotros eran las nubes. Pero a pesar de ello, aún seguían las escaleras sin fin. -Creo que podríamos dar un pequeño descanso. Dije con síntomas de cansancio.
La conversación continuaba, al igual que nuestra subida por aquellas escaleras que seguían sin verse el final, el cansancio ya pasaba factura, y fuera por mi pesimismo o no, sabía que en este intento no lograría llegar hasta el final. Pero como bien dije antes, seguiría intentándolo hasta que lo lograse. Una vez llegue hasta la cima, hablaré conmigo mismo, y con los Dioses.
Karamaru por su parte, me habló sobre su visión del destino, pensaba que nada estaba escrito. Todo es posible si te lo propones, pero en mitad del camino, las influencias pueden desviarte de tu camino. Un verdad absoluta sin duda, nacemos con un propósito pero la sociedad, los acontecimientos que transcurren en la vida de uno, nos hacen olvidar nuestro propósito verdadero. -Tienes razón, siempre que uno se proponga algo realizable.
"El que puede cambiar sus pensamientos puede cambiar su destino"
-Bueno, pase lo que pase, mi propósito será que cuando me marche de este mundo, sea un poco mejor. Dije convencido.
Pero había algo que reconcomía a Karamaru, era sobre mi regalo, el sentía la necesidad de devolverme el favor con otro obsequio. A lo que le respondí sonriente. -No te preocupes Karamaru-san, haz el obsequio a alguien que lo pueda necesitar. Aunque agradezco tu gesto, no te preocupes.
Estábamos en un punto en el que a escasos metros, se podía apreciar como los únicos que estaban por delante de nosotros eran las nubes. Pero a pesar de ello, aún seguían las escaleras sin fin. -Creo que podríamos dar un pequeño descanso. Dije con síntomas de cansancio.