3/04/2018, 18:19
Akame sonrió, dedicando una ligera inclinación de cabeza a su contrincante mientras relajaba todos los músculos de su cuerpo. Los brazos y el tórax todavía le dolían del poderoso puñetazo que había recibido; «¿y esa extraña técnica? Fue como si hubiera concentrado todo su chakra en los nudillos de su puño... Desde luego, Keisuke-san es mucho más de lo que aparenta...»
Los ojos del Uchiha retomaron su color azabache habitual cuando el Sharingan desapareció. Se dejó caer sobre el tatami de forma idéntica a como lo había hecho Keisuke y, echando la cabeza hacia atrás, respiró hondo. El aire inundó sus pulmones y salió lentamente por sus labios, ayudando a calmar la tensión que todavía le atenazaba las piernas.
—Gracias —dijo, escueto, ante el cumplido de su rival—. Pero todavía tengo mucho que aprender. No estoy ni siquiera cerca de alcanzar a las personas a las que me he propuesto superar.
Akame hablaba con el corazón, y por una vez, no se sintió mal al decirlo; no hubo frustración ni resentimiento. Entrenar le reconfortaba.
—Hacía tiempo que nadie me golpeaba tan duro —añadió poco después—. Sólo por eso, te diré cómo se llama mi Dōjutsu...
Con un ágil salto se puso en pie, estirando los brazos en la espalda.
—Sharingan. El legendario Kekkei Genkai del clan Uchiha.
Los ojos del Uchiha retomaron su color azabache habitual cuando el Sharingan desapareció. Se dejó caer sobre el tatami de forma idéntica a como lo había hecho Keisuke y, echando la cabeza hacia atrás, respiró hondo. El aire inundó sus pulmones y salió lentamente por sus labios, ayudando a calmar la tensión que todavía le atenazaba las piernas.
—Gracias —dijo, escueto, ante el cumplido de su rival—. Pero todavía tengo mucho que aprender. No estoy ni siquiera cerca de alcanzar a las personas a las que me he propuesto superar.
Akame hablaba con el corazón, y por una vez, no se sintió mal al decirlo; no hubo frustración ni resentimiento. Entrenar le reconfortaba.
—Hacía tiempo que nadie me golpeaba tan duro —añadió poco después—. Sólo por eso, te diré cómo se llama mi Dōjutsu...
Con un ágil salto se puso en pie, estirando los brazos en la espalda.
—Sharingan. El legendario Kekkei Genkai del clan Uchiha.