4/04/2018, 00:13
—No hay nada que con un poco de chakra no puedas hacer, ¿no?— Reí. —Podría darte otra demostración, sí es lo que quieres.— Hice una breve pausa y luego caí en cuenta de algo. —Bueno, estoy seguro que con esos ojos que tienes habrás visto algo de lo ocurrido.— Comenté con cierta seguridad, después de todo ¿quién me decía que el ojo blanco no tenía funciones similares al ojo rojo?
Luego de aquello di otro sorbo a la botella de agua para darme cuenta que había acabado toda el agua, sacudí la botella de agua, pero no salió ni una gota más. —No soy tan diestro como para manejar tres elementos, el suiton es el único que manejo.— Dije sin darle mucha importancia. El pelinegro caminó acercandose a mi, buscando entre sus cosas también su cantimplora para realizar lo mismo que yo, cuando terminó me ofreció un poco de la misma. —Gracias.— Sonreí en forma de agradecimiento.
—Ya verás que te irá bien.— Concluí cuando terminé de beber y le devolví su botella.
—¿Podrías ayudarme con esto?— Pregunté sacando un par de vendas, gasas y una pequeña botella de alcohol. —Lo haría yo mismo, pero el combate me dejó bastante cansado.— Sin embargo, no esperé a su afirmativa, tomé la botella de antiseptico, la abrí y vertí el contenido en mi brazo izquierdo, justo donde estaban las heridas, pero mi mano estaba un poco temblorosa, haciendo que desechara más liquido del habitual.
—Sí estas tan interesado en mis habilidades, te las mostraré, pero tendrás que confiar en mi, ¿te parece?— Ofrecí.
Luego de aquello di otro sorbo a la botella de agua para darme cuenta que había acabado toda el agua, sacudí la botella de agua, pero no salió ni una gota más. —No soy tan diestro como para manejar tres elementos, el suiton es el único que manejo.— Dije sin darle mucha importancia. El pelinegro caminó acercandose a mi, buscando entre sus cosas también su cantimplora para realizar lo mismo que yo, cuando terminó me ofreció un poco de la misma. —Gracias.— Sonreí en forma de agradecimiento.
—Ya verás que te irá bien.— Concluí cuando terminé de beber y le devolví su botella.
—¿Podrías ayudarme con esto?— Pregunté sacando un par de vendas, gasas y una pequeña botella de alcohol. —Lo haría yo mismo, pero el combate me dejó bastante cansado.— Sin embargo, no esperé a su afirmativa, tomé la botella de antiseptico, la abrí y vertí el contenido en mi brazo izquierdo, justo donde estaban las heridas, pero mi mano estaba un poco temblorosa, haciendo que desechara más liquido del habitual.
—Sí estas tan interesado en mis habilidades, te las mostraré, pero tendrás que confiar en mi, ¿te parece?— Ofrecí.