7/04/2018, 00:14
Juro se tranquilizó un poco cuando el señor cazador mencionó a su cliente, aunque lo llamó de una forma extraña. "Zanahorio". Supuso que o bien cultivaba zanahorias, o bien tenía un aspecto que relacionar con la hortaliza.
« Lo mismo da »
Tras escucharle, el rostro del cazador se ensombreció.
— Tienes razón, será mejor que os cuente la historia. Sentaos. — Juro se sentó como él, al igual que Daigo.
Y la escuchó.
Al parecer, ese hombre, que a ojos de Juro parecía un cazador veterano, era en realidad un un carpintero que trabajaba con bambu, un material abundante en esa zona. Todo parecía irle bien, con un gran negocio y mucho trabajo por hacer. Sin embargo, en su barniz secreto, incluyó un ingrediente que al parecer, atrajo a los osos panda. Y así, le destrozaron la casa.
« Eso explicaría los materiales que usa ahora. Madera. También el lugar en el que vive »
También les contó como se lo dijo a los aldeanos, pero estos le ignoraron y simplemente desecharon los muebles. Aquello coincidía con el reporte del pergamino, donde les decía que los osos habían atacado a poblados.
« Tiene sentido. Por eso osos que aparentemente vivían en calma atacaron de repente a la gente »
A Juro no le pasó desapercibido los cambios de tono y las cicatrices del hombre. Tras terminar, dio un salto y se preparó para la busqueda. Juro no pudo evitar sentir un poco más de respeto por él. Después de todo, no parecía ningun idiota. Si decía la verdad, estaba velando por la gente. Era la expresión de un hombre que había cometido un error y quería repararlo.
Juro se levantó de golpe, pero no fue él quien contestó.
—¡No se preocupe, Jin-sensei, nosotros le ayudaremos! — le contestó Daigo, totalmente motivado por lo que les acababa de contar.
Juro se sentía igual. Ahora estaba convencido de que iban por el lado bueno, aun si eso significaba matar a un animal. Pero aun así, se autodisciplinó. Estaban a punto de hacer una cacería, por lo que sabía, peligrosa. Iban a arriesgar sus vidas. No era motivo de jubilo precisamente.
— Si. Venimos a ayudarle y a evitar que dañen a más gente — dijo Juro, asintiendo —. Es un buen plan, aunque esta zona parece bastante grande. ¿Tienes alguna idea de en que parte puede encontrarse la osa madre?
A Juro le pareció un detalle importante. Tenía que saber si tendrían que ir a ciegas en aquella misión. Puesto que parecía muy peligroso con las criaturas rondando.
« Lo mismo da »
Tras escucharle, el rostro del cazador se ensombreció.
— Tienes razón, será mejor que os cuente la historia. Sentaos. — Juro se sentó como él, al igual que Daigo.
Y la escuchó.
Al parecer, ese hombre, que a ojos de Juro parecía un cazador veterano, era en realidad un un carpintero que trabajaba con bambu, un material abundante en esa zona. Todo parecía irle bien, con un gran negocio y mucho trabajo por hacer. Sin embargo, en su barniz secreto, incluyó un ingrediente que al parecer, atrajo a los osos panda. Y así, le destrozaron la casa.
« Eso explicaría los materiales que usa ahora. Madera. También el lugar en el que vive »
También les contó como se lo dijo a los aldeanos, pero estos le ignoraron y simplemente desecharon los muebles. Aquello coincidía con el reporte del pergamino, donde les decía que los osos habían atacado a poblados.
« Tiene sentido. Por eso osos que aparentemente vivían en calma atacaron de repente a la gente »
A Juro no le pasó desapercibido los cambios de tono y las cicatrices del hombre. Tras terminar, dio un salto y se preparó para la busqueda. Juro no pudo evitar sentir un poco más de respeto por él. Después de todo, no parecía ningun idiota. Si decía la verdad, estaba velando por la gente. Era la expresión de un hombre que había cometido un error y quería repararlo.
Juro se levantó de golpe, pero no fue él quien contestó.
—¡No se preocupe, Jin-sensei, nosotros le ayudaremos! — le contestó Daigo, totalmente motivado por lo que les acababa de contar.
Juro se sentía igual. Ahora estaba convencido de que iban por el lado bueno, aun si eso significaba matar a un animal. Pero aun así, se autodisciplinó. Estaban a punto de hacer una cacería, por lo que sabía, peligrosa. Iban a arriesgar sus vidas. No era motivo de jubilo precisamente.
— Si. Venimos a ayudarle y a evitar que dañen a más gente — dijo Juro, asintiendo —. Es un buen plan, aunque esta zona parece bastante grande. ¿Tienes alguna idea de en que parte puede encontrarse la osa madre?
A Juro le pareció un detalle importante. Tenía que saber si tendrían que ir a ciegas en aquella misión. Puesto que parecía muy peligroso con las criaturas rondando.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60