9/04/2018, 01:06
—¡Etsu, Akane!— El Isa se volteó al escuchar que le mentaban, sorprendido y aliviado a la vez de que alguien estuviese interesado en cooperar. —Ya veo. Yo me dirigía la pueblo cuando me crucé con las llamas y tuve que regresar al caudal. Mira allá—. volteó su mirada hasta la nube de color café. —El color es más intenso en ese lugar, quizás sea madera quemándose o algo. No sé si el fuego ya invadió lugares habitados, pero de ser así creo que sería conveniente apresurarnos y seguir río arriba para ver si logramos evacuar a quién sea necesario— Planteó su plan sin dejar lugar a segundas opciones. —Ya sí eso luego averiguamos la causa, quisiera priorizar la seguridad de posibles civiles involucrados— Pese a que aquel país no era de su jurisdicción, lo hacía por puro deseo personal. —¡Andando!— Dijo mientras echaba a saltar rumbo al norte.
Lo que hace poco era un prado verdoso se había convertido en un llano humeante; algunos animales cómo aves o conejos huían al ver su hogar en la planicie devastado. Si los genin prestaban atención a las aguas, notarían que algunos restos de materiales carbonizados eran llevados corriente abajo. "No sé que sea, pero no puedo perder el tiempo aquí." Brincaba cómo bien podía, pero su velocidad de carrera no era precisamente destacable en situaciones que requerían celeridad. Él era más bien... lento para estos casos.
El sonido de los jinetes ya hace mucho que se había desvanecido, en su lugar se vio reemplazado por las voces de una muchedumbre, apenas distinguibles en la lejanía, cómo murmullos sofocados entre el humo y el fuego. —Cogh, cogh...— Tosió un poco cuando inhaló algo de humo, pero no era nada severo de loq ue preocuparse pro le momento.
Lo que hace poco era un prado verdoso se había convertido en un llano humeante; algunos animales cómo aves o conejos huían al ver su hogar en la planicie devastado. Si los genin prestaban atención a las aguas, notarían que algunos restos de materiales carbonizados eran llevados corriente abajo. "No sé que sea, pero no puedo perder el tiempo aquí." Brincaba cómo bien podía, pero su velocidad de carrera no era precisamente destacable en situaciones que requerían celeridad. Él era más bien... lento para estos casos.
El sonido de los jinetes ya hace mucho que se había desvanecido, en su lugar se vio reemplazado por las voces de una muchedumbre, apenas distinguibles en la lejanía, cómo murmullos sofocados entre el humo y el fuego. —Cogh, cogh...— Tosió un poco cuando inhaló algo de humo, pero no era nada severo de loq ue preocuparse pro le momento.