Otoño-Invierno de 221
Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Fecha fijada indefinidamente con la siguiente ambientación: Los ninjas de las Tres Grandes siguen luchando contra el ejército de Kurama allá donde encuentran un bastión sin conquistar. Debido a las recientes provocaciones del Nueve Colas, los shinobi y kunoichi atacan con fiereza en nombre de la victoria. Kurama y sus generales se encuentran acorralados en las Tierras Nevadas del Norte, en el País de la Tormenta. Pero el invierno está cerca e impide que cualquiera de los dos bandos avance, dejando Oonindo en una situación de guerra fría, con pequeñas operaciones aquí y allá. Las villas requieren de financiación tras la pérdida de efectivos en la guerra, y los criminales siguen actuando sobre terreno salpicado por la sangre de aliados y enemigos, por lo que los ninjas también son enviados a misiones de todo tipo por el resto del mundo, especialmente aquellos que no están preparados para enfrentarse a las terribles fuerzas del Kyuubi.
Nivel
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16 |
Exp
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133 puntos |
Dinero
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940 ryōs |
Ficha de personaje
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Inuzuka Etsu
Datos básicos
· Fecha de nacimiento: Ceniza de verano, primer Hoyōbi del año 202 · Residencia: Kusagakure · Sexo: Masculino ♂ · Facultad personal: Ichizoku: Inuzuka · Naturalezas del chakra: Fūton 風遁 Descripciones
· Física: · Psicológica: Atributos
· Nivel: 17 • Fuerza: 60 • Resistencia: 40 • Aguante: 30 • Agilidad: 50 • Destreza: 60 • Poder: 40 • Inteligencia: 40 • Carisma: 20 • Voluntad: 40 • [Percepción]: 40 • PV: 210 • CK: 210 Facultades
• Ichizoku: Inuzuka: 50 Inventario
Méritos y defectos
Extras
¤ Akane - Tipo: Mascota - Nivel: 17 - Atributos:
- Daños:
Se trata de un huskie cruzado con un lobo que ha llegado a su edad adulta. Es grande como él solo, casi llega hasta la cintura de su dueño, y alzándose sobre sus patas traseras lo sobrepasa claramente. Su pelaje es negro y blanco en diversos puntos, heredado de los huskie. Las manchas divisorias en su rostro le hacen parecer estar siempre enfadado, lo cuál contrasta totalmente con la sonrisa habitual de su dueño. Tiene unos ojos celestes que casi atraviesan el alma, realmente son expresivos a mas no poder. Casi no le hace falta ni hablar, con tan solo la mirada lo expresa todo. Akane es un perro adiestrado en parte por el abuelo de Etsu. Suele ser formal, serio, y sobretodo obediente. Apenas da problema alguno, salvo que haya comida de por medio. Es casi como la sombra del Inuzuka, aunque quizás el animal no ve tanto al humano como a un hermano, como es en el caso contrario. El medio huskie ha tomado cierta afición a tomar la apariencia humana, usada principalmente para el combate. Éste busca usar la técnica tanto como puede, ya sea para tomar un refresco o para comer como una persona mas. Ésto lleva a situaciones un tanto raras, pero difíciles de evitar... |
Historia
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1. Raices. La hoja... bueno, mejor dicho la aldea oculta de la hoja. Antaño fue una gran potencia, pero hoy día solo quedan restos de una gloriosa aldea que se fue a la puta. Su población sin embargo no quedó al amparo y la desolación, no se quedó en el olvido. Su sangre y sus clanes se dispersaron por todo el continente, intentando preservar al menos algo de lo que habían vivido y costumbres... Era éste al menos un modo de no morir, de llevar consigo ese legado.
Los tiempos cambian, y consigo traen nuevas costumbres y tradiciones, y pese que hay ciertos lugares que se estancan, hay otros muy diferentes que avanzan tanto como pueden y más. Kusagakure no era una excepción, y tomó junto a Amegakure y Uzushiogakure el relevo a las anteriores grandes naciones. La mencionada fue tomada como primera opción por una familia Inuzuka, que lejos de desistir del mundo shinobi, se propuso volver a resurgir de la nada. Inuzuka Konotetsu, patriarca de la familia, instigó a lo que quedaba de ésta para que así fuese, para que el objetivo de la prole fuese convertirse en la mayor y mas poderosa familia, que la sangre Inuzuka se viese tan reconocida como una de las mas importantes familias de nuevo. Quizás Konotetsu fue un tanto drástico, pero sin duda supo llevar y unificar a esa pequeña familia hacia un nuevo comienzo. Dispuestos a hacer resurgir el apellido, tanto él como sus dos hijos y mujer se establecieron en Kusagakure, donde poco mas tarde montaría un gran negocio; una academia de artes marciales. No solo quería que sus hijos destacasen como shinobis, si no que él mismo haría todo lo que estaba en sus manos para ser reconocidos en la aldea. Como era de esperar, los mejores y primeros discípulos de éste dojo fueron sus hijos, que además de ser adiestrados día y noche para que se convirtiesen en los mejores shinobis, fueron adiestrados sin mesura en un estilo de taijutsu disciplinado y estricto, en lo que casi parecía una tortura; sus hijos habían de ser los mejores en el combate. El Dojo fue nombrado Cereberusu, en honor a la Deidad a la que rezaba Konotetsu, un can de tres cabezas que custodia la entrada al inframundo. Su estilo de pelea rápidamente tomó bastante fama, aunque quizás no del todo en el buen sentido. La disciplina del arte marcial al que llamó Tekken (puño de hierro) era tan dura como su propio nombre, y no todos los alumnos estaban dispuestos a tanto sacrificio personal. 2. Un nuevo legado. Konotetsu tenía dos hijos, Osore y Warui. Osore era el mayor, y fue el primero en graduarse como chunin, al poco tiempo de llegar a Kusagakure. Al año posterior le siguió los pasos Warui, que aun siendo tres años menor, era realmente bueno y diestro en el Tekken. El adiestramiento tan intenso por parte de Konotetsu también ayudaba a ambos, no les daba otra opción. El hombre era tan seco y rudo, que de no cumplir con las expectativas del entrenamiento, quedaban sin comer además de llevarse el correspondiente castigo físico. El hombre no era un santo, para nada lo era. Eso si, lo hacía por el bien de la familia, o eso al menos era lo que decía...
Al cabo de los años, los hijos llegaron al rango de jounin. Osore se casó con una chica puramente por amor, y aunque su padre no estaba del todo de acuerdo con el matrimonio, lo permitió. Apenas pasado el año, nació una hija. Los pensamientos del hombre lo llevaron a dejar de lado el mundo shinobi, pues no quería arriesgar a dejar a una hija sin padre... y eso hizo que para Konotetsu su hijo fuese peor que la mas dolorosa de las enfermedades. Para el padre —ahora abuelo— que el hijo renegase a ser el mejor shinobi, era como que renegase a la propia familia, al propósito que él mismo había dedicado tantos años. No tardó en desheredarlo, y dejar de hablarle. Osore sin embargo no se retractó, y montó un negocio de venta de comida casera junto a su esposa, buscando una vida estable y dedicada a sus dos amores. Warui por contra, no quiso decepcionar a su padre, o simplemente no se atrevió a llevarle la contraria. El hermano menor continuó mejorando día a día en sus capacidades, llegando a ser un auténtico maestro del combate cuerpo a cuerpo gracias a la disciplina del Dojo de su padre. Pero con el tiempo, a casi todo hombre que busca conservar el apellido, le toca pensar en la descendencia. Éste, lejos de los pensamientos de su hermano, no buscó a su esposa por belleza o estatus. Compitió en varios torneos, y organizó otros tantos con gran parte de la ayuda económica de su padre. Su objetivo era simple, encontrar a una chica que ganase o estuviese en la mayoría como finalista. Tardó en cumplir su objetivo, pero como dicen mas vale tarde que nunca. Al final, encontró a la chica que tanto había estado buscando. Entre tanto, no hizo mas que agrandar la fama que poco a poco se había ganado el estilo de combate de su padre, el puño de hierro. 3. Uno mas uno son cuatro. [descripcion]Con un matrimonio buscado expresamente para aumentar la fuerza de su descendencia, el futuro de la familia estaba mas que a salvo. Los pensamientos claros por parte de Warui fueron mas que satisfactorios para Konotetsu, y aún mas al conocer a Nanako. Su carácter fuerte, y su gran capacidad física y en el manejo del elemento viento casi lo enamoran también. Por suerte o desgracia, correspondía al amor de su hijo, y eso era mas que suficiente. Quizás no tenía pinta de llegar a convertirse en una madre dedicada a su hijo, pero eso era lo de menos... lo importante era que éste futuro retoño se convirtiese en la perfecta personificación de la grandeza del clan Inuzuka. El amor es algo que mas tarde podría comprar o encontrar. La pareja se retiró a una casa para ambos, al extremo oeste de la aldea. El abuelo les hizo el regalo, una mansión tan grande y hermosa que era la envidia de muchos adinerados. Warui continuó con su senda del shinobi, entrenando día y noche mientras que rezaba a Cereberusu día y noche porque su futuro retoño fuese varón, así como un guerrero formidable. En cierto momento, en el sótano de la mansión, talló él mismo una estatua enorme de Cereberusu, y le dedicó a la Deidad un altar con constantes ofrendas. Casualidad o no, al mes siguiente de crear el altar y realizar sus ofrendas de dinero y comida, Nanako anunció que al fin estaba embarazada. Ésto no hizo mas que alimentar el fanatismo de Warui hacia Cereberusu. El hombre continuó con sus ofrendas sin falta a su dios, y enlazó su creencia a su arte marcial, dándole mas motivación personal en ésta al usarla. Para el hombre, el Tekken se convirtió en el puño de hierro del cancerbero del infierno, y tomó una senda diferente al impartido por su padre. Konotetsu no se lo tomó para nada a mal, casi lo vio como si hubiese alcanzado el zen de la senda, crear su propio estilo de pelea era claro signo de que había alcanzado el rango de maestro de las artes marciales. Cierto día lluvioso, nació Etsu Inuzuka. Con el nacimiento de Etsu, la familia aumentaba a un total de cuatro. Padre, madre, hijo y el gran lobo de papá. Curiosamente, cuando Etsu nació, Nanako cambió radicalmente de carácter. Su bravura y temperamento se enfocó en defender y amar a su pequeño. La madre se convirtió en una auténtica loba. El pequeño nació con los ojos verdes de su padre y tío, la tez blanquecina que compartían sus progenitores, y un temperamento digno de ambos también. Caprichoso, llorón, gritón e inconformista. Pero eso de poco le iba a servir... su padre lo tomó con casi tanta rudeza como había pasado en la anterior generación. Por suerte, su madre siempre estaba allí para darle de vez en cuando un respiro. Warui era el color negro, mientras que Nanako era el color blanco. 4. Un sacrificio doble, pero necesario. Apenas alcanzados los 3 años, la disciplina que Warui quería impartir a Etsu era tan intensa que Nanako no podía permitírselo. Casi trataba de construir a una maquina, en vez de a un hijo. No tenía apenas afecto hacia él, tan solo quería entrenarlo, como si fuese su propia mascota. La mujer comenzó a tener discusiones con su marido a diario, y cada vez que ella tenía que ausentarse por realizar alguna misión o encargo, temía dejar solo a su hijo en casa. Ya fuese por parte de Warui o Konotetsu, Etsu no era mas que un blanco de una compulsiva obsesión por agrandar el apellido Inuzuka.
Warui, frustrado porque su mujer no dejaba que llevase el futuro de la familia a su manera, desvió el total de su frustración hacia su deidad, rezando a diario por la cabeza de su mujer, así como en que el chico se convirtiese en el shinobi mas fuerte de todos los tiempos. Cuando Etsu casi cumplía los cuatro años, quedó en custodia de su abuelo, lo cuál no era la mejor de las ideas para Nanako. Sin embargo, era totalmente necesario, pues de nuevo discutía con su marido, y no parecía que fuese a ir por buen camino. Los padres discutían en el sótano, donde Warui pasaba gran parte de su tiempo. La mujer inquiría que tratase a su propio hijo como tal, mientras que el hombre era un muro de acero; defendía a uñas y dientes que hacía lo mejor para Etsu, que buscaba lo mejor para la familia. Los tonos subieron, como de costumbre. Warui no quería ceder, y Nanako no era menos. Para cuando se quiso dar cuenta, la mujer entrelazó las manos en una serie de sellos, y juró que si el hombre no cesaba en su tortura a su hijo, ella misma lo haría entrar en razón por las malas. El hombre se negó, de nuevo, y cual loba atiende a sus indefensas crías, la mujer lanzó un poderoso ataque de viento hacia el hombre. El Inuzuka, gran guerrero, no tuvo demasiado reparo en esquivar el golpe, pero su corazón se rompió en mil pedazos cuando éste mismo ataque golpeó la estatua de Cereberusu, rompiendo una de las cabezas. Con lagrimas cayendo por su mejilla, se desvaneció en la nada, y en un gesto rápido y certero, atravesó el pecho de su mujer. Al otro lado, su mano agarraba parte de lo que debiere ser el corazón de su mujer. Obviamente, ésta no tardó en perder el último aliento, llorando por el futuro que le aguardaba a su hijo. —Lo siento mucho... Nanako... es por el bien de la familia... De nuevo esas palabras, las palabras que tantas injusticias de su padre había cubierto. Dejó caer el cuerpo al suelo, y entre llantos, rezó de nuevo a su Dios, Cereberusu. El hombre, rezó pidiendo de nuevo lo mismo, que su hijo se convirtiese en la descendencia perfecta, en el guerrero definitivo. A cambio, le daba la mayor de las ofrendas, la vida de su esposa. Aunque, bien pensado tampoco había camino por el que ir atrás, ya lo había hecho... Cuando Warui regresó al Dojo de su padre, no hizo falta que le dijese nada. El hombre, que sabía mas por viejo que por demonio, sabía que su hijo había metido la pata hasta el fondo. Muy hasta el fondo. Una de esas veces que ni con la gracia de dios podías librarte del asunto. El anciano convenció al hombre para que se entregase, le dijo que no debía deshonrar a la familia mas de lo que ya había hecho. El padre de Etsu se entregó, dejando como único responsable legal de Etsu al anciano. Eso sí, antes de hacerlo, obligó a su padre a jurar que haría de Etsu el mejor Inuzuka. 5. De tal palo, tal astilla. Etsu creció bajo la constante disciplina y adiestramiento de su abuelo, que tenía mano libre en lo que parecía mas bien una tortura diaria por convertirlo en un shinobi sobresaliente. Su día a día junto a Akane —su perro lobo cruzado con huskie— era un auténtico calvario, que solo terminaba cuando podía ir a la cama a descansar. Su naturaleza rebelde y curiosa era asistida en casi todo momento por un abuelo mas que obsesionado en su futuro, que quería hacer de su nieto el mejor de los guerreros, tal y como había prometido a su hijo. El abuelo entrenó a su nieto a diario en el Tekken clásico, tal y como lo había hecho antes con su hijo. Si su nieto había de destacar en algo, era en su estilo de pelea cuerpo a cuerpo, y debía desarrollar su propio estilo lo antes posible. Lograr un estilo de pelea propio es el zen del aprendizaje, es el punto en que un maestro marcial se separa de un artista marcial. Uno de los adiestramientos del abuelo consistió en llevar a su nieto de apenas siete años a un bosque, bien lejos de casa y de la aldea. Una vez allí, le dio un trozo de pan y una pequeña botella de agua, y le dejó a su merced. El anciano ni por asomo buscaba que éste muriese allí en mitad de la nada, buscaba que el pequeño fuese lo suficientemente fuerte como para regresar solo. Sin exagerar, el chico taró casi 6 meses en regresar. El chico había sobrevivido todo ese tiempo junto a Akane, sin saberse muy bien cómo o dónde. Para cuando regresó, obviamente enfadado con su abuelo. No volvió a dirigirle la palabra al mismo durante días. Pero eso no era algo que fuese a afectar a anciano, éste tenía bien clara su meta... En numerosas ocasiones le dedicó entrenamientos similares, duros y que apenas conocían los límites morales entre las ambiciones personales y la familia. Etsu Comenzó a estudiar por obligación para genin, y quedó el primero de la promoción, puesto que no le quedaba otra. Además, su entrenamiento personal le daba clara ventaja en casi todo tipo de actividad física, lo cuál le hacía destacar aún mas. Por suerte o desgracia, no tenía demasiado tiempo libre como para dedicarse a hacer amigos. Akane era su único amigo, su hermano. Una vez graduado como genin, y siendo todo un orgullo eso para su abuelo, el chico pudo buscar algunos huecos de tiempo entre misiones y tareas para ser algo mas que una maquina de honor... al fin podía sentirse casi como una persona, aunque no estaba del todo acostumbrado a ello. Sin embargo, de tal palo tal astilla. Etsu indistintamente de si su abuelo le obligaba o no, estaba siempre predispuesto a entrenar, e incluso a veces buscaba enfrentamientos en pos de medir sus propias fuerzas. Gracias a Cereberusu, el anciano dejó de ser tan insistente y molesto desde la graduación de su nieto, aunque no del todo. Etsu es el futuro de la sangre Inuzuka, y su labor no cesará hasta que sea el mejor guerrero de las tres aldeas ocultas. |
Técnicas del sistema
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Nº total de técnicas: 31/34 Habilidades: ¤ Olfato súper-desarrollado Técnicas: ¤ Dainamikku Mākingu ¤ Gijū Ninpō: Shikyaku no Jutsu ¤ Gijū Ninpō: Jūjin Bunshin ¤ Jūjin Taijutsu Ōgi: Tsūga Habilidades: ¤ Escalada Vertical ¤ Andar sobre el Agua b]¤ Kuchiyose no Jutsu[/b] Técnicas: ¤ Bunshin no Jutsu ¤ Kakuremino no Jutsu ¤ Nawanuke no Jutsu ¤ Henge no Jutsu ¤ Kawarimi no Jutsu ¤ Sunshin no Jutsu Técnicas: ¤ Fūton: Toppa ¤ Fūton: Chakura Nagare no Jutsu ¤ Fūton: Sunabokori ¤ Fūton: Soyokaze no Jutsu ¤ Fūton: Reppūshō ¤ Fūton: Renkūdan ¤ Fūton: Kaze no Yaiba ¤ Fūton: Shinkūgyoku Habilidades: ¤ Shinobi Kumite ¤ Gōken Ryū Técnicas: ¤ Sennen Goroshi ¤ Dynamic Entry ¤ Konoha Reppū ¤ Konoha Shōfū ¤ Konoha Senpū ¤ Kage Buyō ¤ Konoha Daisenpū Habilidades: ¤ Shinobi Buki Kumite Técnicas: ¤ Fuda: Kassei-ka Técnicas: ¤ Kage Shuriken no Jutsu Habilidades: ¤ Negociador ¤ Tekken Técnicas: ¤ Ningen no Tate |
Evolutivas
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Primera evolutiva (1-5)
Segunda evolutiva (6-10)
Tercera evolutiva (6-10)
Cuarta evolutiva (11-15)
Quinta evolutiva (16-20)
Sexta evolutiva (16-20)
Séptima evolutiva (21-25)
Octava evolutiva (26-30)
Novena evolutiva (26-30)
Décima evolutiva (31-35)
Undécima evolutiva (36-40)
Duodécima evolutiva (36-40)
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Técnicas alteradas
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Primer alterador (1-5)
Segundo alterador (6-10)
Tercer alterador (11-15)
Este alterador modifica la Tercera Evolutiva. Cuarto alterador (16-20)
Quinto alterador (21-25)
Sexto alterador (26-30)
Séptimo alterador (31-35)
Octavo alterador (36-40)
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Reacciones |
Reacciones más recibidas |
6
4
4
3
3
2
1
1
1
1
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Reacciones más dadas |
5
4
3
3
2
1
1
1
1
1
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