9/04/2018, 18:37
El chico alzó la voz nombrando al dúo Inuzuka al darse cuenta de que estaban a su vera. Alegó que tuvo que meterse en el caudal del río cuando las llamas estallaron de la nada cuando se dirigía hacia el pueblo, lo cuál daba a entender que realmente las llamas habían surgido rápido. Así mismo, señaló un lugar donde el humo era mas oscuro. Según reflexionaba, las llamas podían haber alcanzado quizás las zonas habitadas. Pero, fuese como fuese, tenían un objetivo prioritario. Antes que buscar a culpables, o cualquier sentido de la amenaza inminente, debían evacuar a las posibles víctimas del incendio. Etsu no titubeó ante las palabras, él también lo tenía claro, y no faltaba mirar a Akane para saber que él también.
Kagetsuna inquirió que avanzaran, aunque claramente la velocidad no era una de sus virtudes, o bien estaba demorando por alguna otra razón. Etsu miró a Akane en ese mismo instante, y tras fijar sus ojos en éste y que éste correspondiese la mirada, miró hacia la aldea. Sin mediar palabra, Akane aumentó claramente la velocidad de movimiento, tomando una clara ventaja para con los genin. El chico asalvajado sería el primero en llegar, y dar un primer vistazo preliminar.
—Akane tomará un poco de ventaja, analizará la situación y nos dirá en cuanto lleguemos por dónde empezar a rescatar a la gente.
Entre tanto, el can en piel humana se había adentrado entre la humareda. El olfato había dejado de serle del todo útil, así como la vista... pero el oído comenzaba a ser en esos momentos su mejor y mas importante herramienta de trabajo. Toda una suerte que fuese también de sus mejores cualidades. Aunque con algunas dificultades, el can avanzaría por la zona, buscando a las victimas, y sobre todo, intentando encontrar a aquellos que no podían valerse de por sí para salir de ese embrollo.
Etsu y Kagetsuna avanzaron tan rápido como las piernas le permitían, y apena avanzaron comenzaron a sentir los primeros síntomas del incendio. El humo era asfixiante, y apenas dejaba ver con claridad. Debían darse prisa, y continuar con el jaleo que se les había montado sin comerlo ni beberlo...
Kagetsuna inquirió que avanzaran, aunque claramente la velocidad no era una de sus virtudes, o bien estaba demorando por alguna otra razón. Etsu miró a Akane en ese mismo instante, y tras fijar sus ojos en éste y que éste correspondiese la mirada, miró hacia la aldea. Sin mediar palabra, Akane aumentó claramente la velocidad de movimiento, tomando una clara ventaja para con los genin. El chico asalvajado sería el primero en llegar, y dar un primer vistazo preliminar.
—Akane tomará un poco de ventaja, analizará la situación y nos dirá en cuanto lleguemos por dónde empezar a rescatar a la gente.
Entre tanto, el can en piel humana se había adentrado entre la humareda. El olfato había dejado de serle del todo útil, así como la vista... pero el oído comenzaba a ser en esos momentos su mejor y mas importante herramienta de trabajo. Toda una suerte que fuese también de sus mejores cualidades. Aunque con algunas dificultades, el can avanzaría por la zona, buscando a las victimas, y sobre todo, intentando encontrar a aquellos que no podían valerse de por sí para salir de ese embrollo.
Etsu y Kagetsuna avanzaron tan rápido como las piernas le permitían, y apena avanzaron comenzaron a sentir los primeros síntomas del incendio. El humo era asfixiante, y apenas dejaba ver con claridad. Debían darse prisa, y continuar con el jaleo que se les había montado sin comerlo ni beberlo...
~ No muerdas lo que no piensas comerte ~