9/04/2018, 22:55
Uchiha escuchó todo lo que tenía que repetir, para mi sorpresa respondió con cierto tono cansino, declaró que él ya había tenido una charla similar con otros ninjas de la lluvia que tenían un pensar similar al mío. —¿Todos? ¿Seguro?— Pregunté a sabiendas que en Manase era totalmente diferente. —Desconozco el caso de los demás, cada quién tiene sus motivos.— Declaré sin especificar.
Pensé un par de segundos y entonces comenzaría mi explicación, era como sí supiera que él estaba esperándola. —No es quién, sino el porqué.— Dije primeramente mientras agarraba el cigarro. —¿Podrías... Ya sabes?— Señalé el pitillo con mis ojos y luego lo puse entre mis labios, lo acerqué a su mano esperando a que surgiera la llama, entonces, aspiré, aspiré y entonces...
—Coff cofff.— Miré el cigarrillo con cierto odio, nuevamente me había vencido.
—Supongamos que existen tres shinobis a los cuales llamaré: A, B y C.— Dibujé cada una de las letras en la tierra con una rama del árbol. —Sabemos que los tres son Genins, A y B han realizado un par de misiones juntos.— Hice una pausa para dar una nueva calada. —Casualmente un día se encuentran estos tres ninjas, con una diferencia, de que B ha ascendido de rango y está utilizando su nueva posición para decirla a A que le llame por su apellido, que nunca le ha gustado que le llame por su nombre, cosa que nunca antes había dicho, algo tonto ¿no?— Liberé una escasa nube de aire, otro intento fallido. —C que no tiene nada que ver en el problema, estaba presente y defiende a A por la forma abusiva con que B se estaba expresando, porque B estaba incurriendo en amenazas para ganarse respeto o algo más.— Mientras explicaba aquello dibuje una flecha hacia arriba al lado de B, haciendo entender que había ascendido. —B consideró que la intervención de C fue una falta de respeto, y podría considerarse desde cierto punto así, pero es que B se lo merecía por comportarse como un total y rotundo idiota.
Inhalé aquella tóxica sustancia, nuevamente mis pulmones ardieron y esperé, luego solté una humareda mucho más decente. —Oye, estoy aprendiendo.— Hice gala a lo que acababa de escupir. —En fin, C sale de escena y B le recrimina a A, B exige disculpa a A, A previamente había pensado en disculparse pero como B mantuvo su actitud A desistió de ello, nuevamente B amenazó y A se fue también, esperando a que B cumpliera con su amenaza, la cual era realizar un reporte.— Y entonces vino a mi mente un pequeño detalle que no había mencionado. —Es importante a tener en consideración que A pudo haberle dicho a B que no tenía las condiciones físicas necesarias y tampoco había demostrado las ganas, ese sentir por la patria, y eso le molestaba mucho a A, imagínate que hubiera ascendido antes que él, ¿cómo lo habría tomado?— Dejé la incógnita en el aire, aprovechaba aquel descanso para seguir con el ejercicio.
—B cumplió con su amenaza, entonces apareció D, un superior, nos reunió a los 3, cada quien defendió su punto, D exigió una disculpa por parte de los tres y aseguró que todos volverían a la academia, el trío se disculpo, pero C manifestó su interés por volver a la academia y sencillamente pagó los platos rotos.— Terminé de explicar.
—La moraleja es que sí B hubiera demostrado tener las agallas, hubiera demostrado porqué había ganado ese puesto, sí hubiera ganado el respeto y no hubiera intentado imponerlo, todo sería diferente. Evidentemente D reprendió a B por ello.— Concluí mientras volví a contaminar mi interior, a sentir aquel amargo sabor. —Entonces es ahí en donde digo que hay tipo de insubordinaciones, porque el reporte se levantó diciendo que A no le llamaba por su apellido a B, algo totalmente estúpido.—
Pensé un par de segundos y entonces comenzaría mi explicación, era como sí supiera que él estaba esperándola. —No es quién, sino el porqué.— Dije primeramente mientras agarraba el cigarro. —¿Podrías... Ya sabes?— Señalé el pitillo con mis ojos y luego lo puse entre mis labios, lo acerqué a su mano esperando a que surgiera la llama, entonces, aspiré, aspiré y entonces...
—Coff cofff.— Miré el cigarrillo con cierto odio, nuevamente me había vencido.
—Supongamos que existen tres shinobis a los cuales llamaré: A, B y C.— Dibujé cada una de las letras en la tierra con una rama del árbol. —Sabemos que los tres son Genins, A y B han realizado un par de misiones juntos.— Hice una pausa para dar una nueva calada. —Casualmente un día se encuentran estos tres ninjas, con una diferencia, de que B ha ascendido de rango y está utilizando su nueva posición para decirla a A que le llame por su apellido, que nunca le ha gustado que le llame por su nombre, cosa que nunca antes había dicho, algo tonto ¿no?— Liberé una escasa nube de aire, otro intento fallido. —C que no tiene nada que ver en el problema, estaba presente y defiende a A por la forma abusiva con que B se estaba expresando, porque B estaba incurriendo en amenazas para ganarse respeto o algo más.— Mientras explicaba aquello dibuje una flecha hacia arriba al lado de B, haciendo entender que había ascendido. —B consideró que la intervención de C fue una falta de respeto, y podría considerarse desde cierto punto así, pero es que B se lo merecía por comportarse como un total y rotundo idiota.
Inhalé aquella tóxica sustancia, nuevamente mis pulmones ardieron y esperé, luego solté una humareda mucho más decente. —Oye, estoy aprendiendo.— Hice gala a lo que acababa de escupir. —En fin, C sale de escena y B le recrimina a A, B exige disculpa a A, A previamente había pensado en disculparse pero como B mantuvo su actitud A desistió de ello, nuevamente B amenazó y A se fue también, esperando a que B cumpliera con su amenaza, la cual era realizar un reporte.— Y entonces vino a mi mente un pequeño detalle que no había mencionado. —Es importante a tener en consideración que A pudo haberle dicho a B que no tenía las condiciones físicas necesarias y tampoco había demostrado las ganas, ese sentir por la patria, y eso le molestaba mucho a A, imagínate que hubiera ascendido antes que él, ¿cómo lo habría tomado?— Dejé la incógnita en el aire, aprovechaba aquel descanso para seguir con el ejercicio.
—B cumplió con su amenaza, entonces apareció D, un superior, nos reunió a los 3, cada quien defendió su punto, D exigió una disculpa por parte de los tres y aseguró que todos volverían a la academia, el trío se disculpo, pero C manifestó su interés por volver a la academia y sencillamente pagó los platos rotos.— Terminé de explicar.
—La moraleja es que sí B hubiera demostrado tener las agallas, hubiera demostrado porqué había ganado ese puesto, sí hubiera ganado el respeto y no hubiera intentado imponerlo, todo sería diferente. Evidentemente D reprendió a B por ello.— Concluí mientras volví a contaminar mi interior, a sentir aquel amargo sabor. —Entonces es ahí en donde digo que hay tipo de insubordinaciones, porque el reporte se levantó diciendo que A no le llamaba por su apellido a B, algo totalmente estúpido.—