9/04/2018, 23:27
Kenzou se cruzó de brazos y asintió con entusiasmo.
—Oh, Juro-kun, una de tus magníficas marionetas —dijo—. Entonces, ¿seguro que no pasa nada si la rompo, no? Podría pasar... —La mirada de Kenzou, fija en Juro, era, en cierto modo, escalofriante. Aunque pretendía ser amable, la expresión del mandatario —una sonrisa amigable— no había cambiado en ningún momento. No se podía saber si el Morikage estaba bromeando o si estaba hablando en serio.
— Yo ya estoy listo, Morikage-sama. ¿Empezamos?
Aunque era bastante obvio que Juro esperaba que Kenzou se moviese primero, éste se limitó a asentir, sin dejar de sonreír.
—Claro. Venga.
—Oh, Juro-kun, una de tus magníficas marionetas —dijo—. Entonces, ¿seguro que no pasa nada si la rompo, no? Podría pasar... —La mirada de Kenzou, fija en Juro, era, en cierto modo, escalofriante. Aunque pretendía ser amable, la expresión del mandatario —una sonrisa amigable— no había cambiado en ningún momento. No se podía saber si el Morikage estaba bromeando o si estaba hablando en serio.
— Yo ya estoy listo, Morikage-sama. ¿Empezamos?
Aunque era bastante obvio que Juro esperaba que Kenzou se moviese primero, éste se limitó a asentir, sin dejar de sonreír.
—Claro. Venga.