11/04/2018, 15:30
—¡No se preocupe, Jin-sensei, nosotros le ayudaremos! —
— Si. Venimos a ayudarle y a evitar que dañen a más gente Es un buen plan, aunque esta zona parece bastante grande. ¿Tienes alguna idea de en que parte puede encontrarse la osa madre?
— Sí, por supuesto. Llevo un buen tiempo vigilandola, pero... no he tenido el valor de intentar cazarla.
Miró hacia el suelo y después a los dos shinobis.
— Bueno, vamos tirando y os lo cuento por el camino, que no está aquí al lado precisamente.
Dicho eso empezó a caminar sin prisa entre las cañas de bambú como si estuviera en su casa, sin mapa, sin brujula, sin mirar al cielo ni mierdas de esas. Sin embargo, su seguridad en el camino que seguía era contagiosa.
— De todos los osos que he visto volverse locos, ella ha sido la única que ha sobrevivido hasta ahora. ¿Vais pillando por donde van los tiros? Vi con mis propios ojos como mataba a una de sus crías porque ésta se acercó al bambú de uno de mis muebles. Desde entonces está enajenada del todo. Tened mucho cuidado.
No tenía nada más que añadir y aún les quedaba camino así que decidió pasar el testigo.
— Contadme algo de vosotros, ¿no sois muy jóvenes para andar haciendo este tipo de misiones?
— Si. Venimos a ayudarle y a evitar que dañen a más gente Es un buen plan, aunque esta zona parece bastante grande. ¿Tienes alguna idea de en que parte puede encontrarse la osa madre?
— Sí, por supuesto. Llevo un buen tiempo vigilandola, pero... no he tenido el valor de intentar cazarla.
Miró hacia el suelo y después a los dos shinobis.
— Bueno, vamos tirando y os lo cuento por el camino, que no está aquí al lado precisamente.
Dicho eso empezó a caminar sin prisa entre las cañas de bambú como si estuviera en su casa, sin mapa, sin brujula, sin mirar al cielo ni mierdas de esas. Sin embargo, su seguridad en el camino que seguía era contagiosa.
— De todos los osos que he visto volverse locos, ella ha sido la única que ha sobrevivido hasta ahora. ¿Vais pillando por donde van los tiros? Vi con mis propios ojos como mataba a una de sus crías porque ésta se acercó al bambú de uno de mis muebles. Desde entonces está enajenada del todo. Tened mucho cuidado.
No tenía nada más que añadir y aún les quedaba camino así que decidió pasar el testigo.
— Contadme algo de vosotros, ¿no sois muy jóvenes para andar haciendo este tipo de misiones?