15/04/2018, 12:43
Kenzou se pasó el dedo índice por delante de la nariz, presumiendo de espada al tiempo que la acariciaba.
—¡Estás ante nada más y nada menos que una de las Siete Espadas Legendarias de la antigua Kirigakure, muchacho! —anunció, con tono pomposo—. La Kubikiribōchō.
Juro pidió con formalidad si Kenzou podía retirarle la espada del cuello...
...y fue la primera vez que Juro vio al Morikage perder la sonrisa. Le observó muy serio durante unos segundos.
—Espera. Antes tenemos que hablar de cierto... asunto —dijo—. Muchacho, quiero confiarte una gran responsabilidad. Uno de los roles más importantes de la aldea.
»¿Harías el favor de convertirte en el Guardián del bijuu de Kusagakure?
—¡Estás ante nada más y nada menos que una de las Siete Espadas Legendarias de la antigua Kirigakure, muchacho! —anunció, con tono pomposo—. La Kubikiribōchō.
Juro pidió con formalidad si Kenzou podía retirarle la espada del cuello...
...y fue la primera vez que Juro vio al Morikage perder la sonrisa. Le observó muy serio durante unos segundos.
—Espera. Antes tenemos que hablar de cierto... asunto —dijo—. Muchacho, quiero confiarte una gran responsabilidad. Uno de los roles más importantes de la aldea.
»¿Harías el favor de convertirte en el Guardián del bijuu de Kusagakure?