15/04/2018, 19:42
— ¡Vamos Gen, otro día más de visita al museo!
La marioneta la devolvió la mirada, inerte, sobre la silla de su habitación. Un pequeño títere más pequeño aún que su dueño, que portaba una capa violácea, y tenía el pelo totalmente tintado de negro. Ese era Gen: la marioneta que había heredado de su madre, y que le había acompañado en un par de batallas.
— Si, ya sé que no es la primera vez que vamos. Pero la otra vez saque una buena idea para Remu. Quizá hoy consiga algo para ti — dijo, señalado el pergamino que colgaba en su cintura. Ahí estaba su segunda marioneta. Hacía nada había hecha de sus grandes creaciones: una enorme cola metálica retraible, para su otra marioneta —. No te enfades por eso. La siguiente irá para ti, de verdad.
La marioneta continuó mirándole, con sus ojos vacíos e inexpresivos.
— ¿Qué? Claro que no. Te voy a sellar. No quiero problemas de espalda — La marioneta seguía mirándole inexpresivamente. Quizá en la mente del titiritero estuviese haciendo un puchero —. Lo siento amigo, otra vez será.
Juro sacó un rollo y con un par de sellos, generó una pequeña explosión. Luego, se guardó el otro pergamino en su cintura, paralelo al otro.
— ¡Perfecto!
Felizmente, el chico se fue. Lo que no sabía es que en la habitación de al lado, una mujer de treinta años, que había venido a ver a su novio, había estado escuchando toda la conversación. Esa mujer luego vería como el chico salía completamente solo de su habitación. También había sido testigo de como había llegado hace un día, también solo.
Y así, los cotilleos empezaban...
......
Juro avanzaba por la calle principal, la cual era enormemente transitada. Aunque un año antes eso le habría sorprendido, el chico había desarrollado cierta costumbre por el bullicio. En Kusagakure no ocurría eso, pero ya había visto mundo. Y había visto esa parte del mundo exactamente.
«Es como la segunda vez que estoy aquí. No debería de perderme »
... Y efectivamente, media hora después, Juro se perdió.
«Si el sol esta por esa dirección, eso quiere decir que el norte estará por...¡Mierda! » — Juro estaba en mitad de la enorme calle, llena de gente, sin sentido de la orientación.
Al final, pasó lo que tuvo que pasar. Un individuo muy bajito, con aspecto infantil, se le cruzó. Siendo tan bajo — más bajo que él incluso — fue incapaz de verlo a tiempo, y acabó provocando que ambos cayeran al suelo, tanto por el impacto como por la falta de equilibrio.
— ¡Ah! — exclamó. Al caer, el pergamino que tenía anudado en su costado izquierdo se cayó, pero el chico fue capaz de pillarlo al vuelo. Solo durante unos segundos se podría distinguir perfectamente el pergamino ninja, que generalmente Juro llevaba escondido bajo su camisa. Después, se volvió hacia el chico con el que había tropezado —. ¡Lo siento mucho! ¿¡Estas bien!? ¿Puedes levantarte?
Afortunadamente, la gente no les paso por encima, sino que les evitaron. Juro era más grande — aunque no mucho — y al menos le veían bien.
Juro le tendió una mano amiga, esperando que dijese algo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
...
Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60