16/04/2018, 09:52
Nande estaba distraído admirando el paisaje por lo que no se percató de la presencia de la chica que se acercaba hasta él hasta que está la saludo a escasa distancia. Lo que más le extraño de todo, no fue que la voz que sonaba a su espalda le saludase jovialmente en mitad de un lugar que nunca había visitado, si no que lo hiciera con su nombre.
El chico giró sobre sus talones para encarar a la alegre e inesperada joven que se acercaba hasta él. Lo primero que sus azules ojos alcanzaron a ver fue dos inmensas coletas de color rojo intenso que no lograba ubicar, en aquel momento. Una vez se hubo centrado más, pudo ver a una joven bastante mayor que él, de piel rosada y ojos de color azul claro que le sonreía mientras le saludaba con la mano (¿La conozco de algo?) fue el interrogante que apareció en su mente mientras devolvía el saludo casi de forma mecánica, instante que aprovechó para volver a echarle una rápida mirada. Sus ojos se detuvieron un instante en la bandana que usaba la chica como cinturón (Es de Uzushio... y parece conocerme a mí) apartó la mirada del cinto para devolverla al rostro alegre de la joven (El caso es que seguramente debo de habérmela cruzado en alguna ocasión, pero como siempre voy distraído con mis cosas no suelo reparar en la gente) el caso es que la cosa ya no tenía arreglo
—Buenos días— respondió el joven haciendo una reverencia formal a la chica puesto que era mayor que él y encima había la había olvidado —He venido a presentar mis respetos a la anterior Uzukage— el chico se incorporó —en efecto, estoy actualmente viajando solo— contestó —Y me temo que tendrá que disculpar mi desconsideración pero me temo que no logro recordar su nombre— volvió a hacer una reverencia pero esta vez a modo de disculpa —de hecho ni siquiera soy capaz de recordarla, lo siento mucho— se disculpó de corazón antes de incorporarse —soy excesivamente distraído y siempre ando pensando en mis cosas, lo lamento—
El chico giró sobre sus talones para encarar a la alegre e inesperada joven que se acercaba hasta él. Lo primero que sus azules ojos alcanzaron a ver fue dos inmensas coletas de color rojo intenso que no lograba ubicar, en aquel momento. Una vez se hubo centrado más, pudo ver a una joven bastante mayor que él, de piel rosada y ojos de color azul claro que le sonreía mientras le saludaba con la mano (¿La conozco de algo?) fue el interrogante que apareció en su mente mientras devolvía el saludo casi de forma mecánica, instante que aprovechó para volver a echarle una rápida mirada. Sus ojos se detuvieron un instante en la bandana que usaba la chica como cinturón (Es de Uzushio... y parece conocerme a mí) apartó la mirada del cinto para devolverla al rostro alegre de la joven (El caso es que seguramente debo de habérmela cruzado en alguna ocasión, pero como siempre voy distraído con mis cosas no suelo reparar en la gente) el caso es que la cosa ya no tenía arreglo
—Buenos días— respondió el joven haciendo una reverencia formal a la chica puesto que era mayor que él y encima había la había olvidado —He venido a presentar mis respetos a la anterior Uzukage— el chico se incorporó —en efecto, estoy actualmente viajando solo— contestó —Y me temo que tendrá que disculpar mi desconsideración pero me temo que no logro recordar su nombre— volvió a hacer una reverencia pero esta vez a modo de disculpa —de hecho ni siquiera soy capaz de recordarla, lo siento mucho— se disculpó de corazón antes de incorporarse —soy excesivamente distraído y siempre ando pensando en mis cosas, lo lamento—