16/04/2018, 22:55
(Última modificación: 16/04/2018, 23:53 por Uchiha Akame.)
La primera reacción de Keisuke fue sacar dos estrellas metálicas de su portaobjetos y arrojárselas al Uchiha sin más. Akame ladeó el cuerpo para esquivar una y luego dio un paso lateral para evitar la segunda. Gracias a su Sharingan no tuvo problema en preveer la trayectoria de ambos objetos voladores.
Tal y como Akame esperaba, el amejin hizo intentos de esquivar sus cuchilladas. Keisuke no parecía especialmente rápido, sin embargo, y aunque consiguió evitar el primer tajo luego tuvo que hacer uso de su kunai para defenderse del segundo. Los aceros quedaron trabados un momento, pero bastó apenas esa fracción de tiempo para que Akame se diese cuenta que la potencia física del médico era paupérrim. Incluso aunque él mismo no era un shinobi especialmente fuerte, le bastó apenas afianzar ambos pies en el suelo y hacer presión para ganar el choque de armas. Así, empujó con fuerza para que la hoja de su espada desviara sin remedio al kunai de Keisuke, siguiendo su trayectoria hasta hacerle un corte de lado a lado del pecho.
La sangre empezaría a brotar entre las ropas del amejin, pero aquello no detendría la ofensiva de Akame. Inmediatamente después y aprovechando la cercanía entre los combatientes, la mano libre del ninja del Remolino formó en solitario el sello del Tigre. El Uchiha expulsó al instante un chorro de ardientes cenizas, directas a la cara de Keisuke; en caso de acertar, Akame finalizaría el combo soltando su espada y saltando para golpear al de Amegakure con ambas piernas en el pecho, buscando derribarlo hacia atrás.
Tal y como Akame esperaba, el amejin hizo intentos de esquivar sus cuchilladas. Keisuke no parecía especialmente rápido, sin embargo, y aunque consiguió evitar el primer tajo luego tuvo que hacer uso de su kunai para defenderse del segundo. Los aceros quedaron trabados un momento, pero bastó apenas esa fracción de tiempo para que Akame se diese cuenta que la potencia física del médico era paupérrim. Incluso aunque él mismo no era un shinobi especialmente fuerte, le bastó apenas afianzar ambos pies en el suelo y hacer presión para ganar el choque de armas. Así, empujó con fuerza para que la hoja de su espada desviara sin remedio al kunai de Keisuke, siguiendo su trayectoria hasta hacerle un corte de lado a lado del pecho.
La sangre empezaría a brotar entre las ropas del amejin, pero aquello no detendría la ofensiva de Akame. Inmediatamente después y aprovechando la cercanía entre los combatientes, la mano libre del ninja del Remolino formó en solitario el sello del Tigre. El Uchiha expulsó al instante un chorro de ardientes cenizas, directas a la cara de Keisuke; en caso de acertar, Akame finalizaría el combo soltando su espada y saltando para golpear al de Amegakure con ambas piernas en el pecho, buscando derribarlo hacia atrás.