17/04/2018, 00:46
Los shurikens volaron directos a Akame, pero este logro ver a través de ellos, y con desviar un poco la trayectoria esquivó todos y cada uno, incluyendo aquel que se escondía en la sombra; fue entonces cuando supe que estaba en problemas...
Los metales chocaron entre sí, sin embargo, Uchiha tenía mucha más experiencia y fue un par de movimientos más tarde que logró una apertura, ágil como un espadachín blandió su metal y logró hacerme una gran corte diagonal que brilló triunfante con chispas rojas carmesí, interpuse mi brazo anticipando otro ataque similar a ese, pero lo que mi rival tenía en mente era otra cosa; como en cámara lenta vi salir las cenizas desde la boca del pelinegro dirigidas a mi rostro y lo único que pude hacer al respecto fue acomodar ambos brazos para evitar un golpe directo en el rostro, la cortina de humo me envolvió con facilidad y entorpeció mi vista; pero aún tenía un temor interno...
"Que no explote, que no explote" Imploraba desde lo más interno de mi mente.
Mi cuerpo sintió que aquellas partículas se adherían a mi piel, sentía un escozor; y de pronto... Un gran impacto en mi pecho me sacó de la nube de humo, caí de lleno contra el suelo; seguía con cierta irritación ocular y un fuerte dolor en todo mi cuerpo, pero ardía y dolía terriblemente más en aquel corte que me había realizado.
—Alto! PARA!— Vociferé, mientras levantaba la diestra con la mano bien extendida, la sangre estaba empapando casi toda mi franela en su totalidad. Las cenizas también me causaron un picor en la garganta y sumado a aquella embestida, era inevitable que un ataque de tos se manifestase. —Coff coff coff coff.— Traté de contener los ataques, pero algo cálido y con un sabor peculiar se escurrió desde mi garganta hasta mi mano.
—Sí sigues vas a matarme.— Sentencié para luego llevar mi diestra a aquella herida en mi pecho; mis ojos estaban puestos en la posición y los movimientos de Uchiha. —Se acabó.— Y entonces la palma empezó a emitir un destello verdeazul.
—coff coff coff.— Traté nuevamente de contener los ataques mientras me recuperaba.
Los metales chocaron entre sí, sin embargo, Uchiha tenía mucha más experiencia y fue un par de movimientos más tarde que logró una apertura, ágil como un espadachín blandió su metal y logró hacerme una gran corte diagonal que brilló triunfante con chispas rojas carmesí, interpuse mi brazo anticipando otro ataque similar a ese, pero lo que mi rival tenía en mente era otra cosa; como en cámara lenta vi salir las cenizas desde la boca del pelinegro dirigidas a mi rostro y lo único que pude hacer al respecto fue acomodar ambos brazos para evitar un golpe directo en el rostro, la cortina de humo me envolvió con facilidad y entorpeció mi vista; pero aún tenía un temor interno...
"Que no explote, que no explote" Imploraba desde lo más interno de mi mente.
Mi cuerpo sintió que aquellas partículas se adherían a mi piel, sentía un escozor; y de pronto... Un gran impacto en mi pecho me sacó de la nube de humo, caí de lleno contra el suelo; seguía con cierta irritación ocular y un fuerte dolor en todo mi cuerpo, pero ardía y dolía terriblemente más en aquel corte que me había realizado.
—Alto! PARA!— Vociferé, mientras levantaba la diestra con la mano bien extendida, la sangre estaba empapando casi toda mi franela en su totalidad. Las cenizas también me causaron un picor en la garganta y sumado a aquella embestida, era inevitable que un ataque de tos se manifestase. —Coff coff coff coff.— Traté de contener los ataques, pero algo cálido y con un sabor peculiar se escurrió desde mi garganta hasta mi mano.
—Sí sigues vas a matarme.— Sentencié para luego llevar mi diestra a aquella herida en mi pecho; mis ojos estaban puestos en la posición y los movimientos de Uchiha. —Se acabó.— Y entonces la palma empezó a emitir un destello verdeazul.
—coff coff coff.— Traté nuevamente de contener los ataques mientras me recuperaba.