22/04/2018, 21:14
Fue nada más hacer mi vocalización para que uno de ellos se distrajera, el otro tomó ventaja del asunto y quiso atravesar su arma por el estómago, pero por la carencia del filo simplemente fue empujado, dejándolo en el suelo, momento que aprovechó para demostrar su superioridad hundiendo su pie en su mismo pecho y vociferando que él era el intrépido, soltó un ataque de carcajadas que llegó a ser un tanto perturbador, miré hacia la barra, nadie volteó, y el único que estaba ahí para verle y escucharle era yo.
"Supongo que tendré que esperar a que acaba consigo mismo"
El original terminó con el clon con una última estocada, antes de que se levantase y la batalla continuase, cosa que agradecí. Aunque lo que ocurrió luego fue un tanto incómodo, aquellos ojos se posaron sobre mi escudriñándome, entonces empezó a caminar hacia mi mientras retiraba el sudor de su cara, mis ojos visualizaron bien su Sharingan, era, si mal no recordaba, idéntico al de Akame.
—Al contrario, me vendría bien un compañero de prácticas. Uchiha Datsue —Manifestó con cierta amabilidad mientras se limpiaba la mano en el pantalón para luego estirarla hacia mi.—, aunque mis amigos me conocen como el Intrépido.
—Un gusto, yo solo soy Inoue Keisuke, no me conocen por nada más jeje.— Admití con una sonrisa graciosa y estiré mi diestra para que nuestras manos se encontrasen. "El intrépido, ha de ser muy valiente, o muy cobarde, y por como lo presume debe ser lo primero."
Miré hacia la barra y busqué con la vista a alguien que estuviese encargado del tatami, pero nadie parecía estar al tanto de mi presencia ahí, entonces simplemente negué con la cabeza, pero luego Datsue me indicó dónde podría ver el cartel con el coto por hora del mismo. Me acerqué al ojirojo a escuchar sus palabras. —¿Regatear?— Murmuré un poco confuso. —Bueno, la idea de una bebida gratis no está mal, con el calor que hace aquí...
Caminé hacia la barra y entonces encontré a la chica que había dicho Uchiha, y muy cerca de ella estaba un calvo con cara de pocos amigos, esperé un poco y llamé la atención de la chica. Después de un par de minutos retorné hacia donde estaba mi nuevo compañero de combate, con una bebida fría en mi siniestra. —Gracias.— Levanté el vaso cuando le agradecí y entonces di un trago, un gran trago y sentí aquel fluido frío y un tanto amargo, no terminaba de acostumbrarme al sabor del licor, lo único reconfortante era que estaba realmente helado.
—En cuanto termine esto empezamos.— Me tomaría mi tiempo bebiendo aquel vaso, después de todo aún sentía en mi cuerpo el calor del sol de afuera.
"Supongo que tendré que esperar a que acaba consigo mismo"
El original terminó con el clon con una última estocada, antes de que se levantase y la batalla continuase, cosa que agradecí. Aunque lo que ocurrió luego fue un tanto incómodo, aquellos ojos se posaron sobre mi escudriñándome, entonces empezó a caminar hacia mi mientras retiraba el sudor de su cara, mis ojos visualizaron bien su Sharingan, era, si mal no recordaba, idéntico al de Akame.
—Al contrario, me vendría bien un compañero de prácticas. Uchiha Datsue —Manifestó con cierta amabilidad mientras se limpiaba la mano en el pantalón para luego estirarla hacia mi.—, aunque mis amigos me conocen como el Intrépido.
—Un gusto, yo solo soy Inoue Keisuke, no me conocen por nada más jeje.— Admití con una sonrisa graciosa y estiré mi diestra para que nuestras manos se encontrasen. "El intrépido, ha de ser muy valiente, o muy cobarde, y por como lo presume debe ser lo primero."
Miré hacia la barra y busqué con la vista a alguien que estuviese encargado del tatami, pero nadie parecía estar al tanto de mi presencia ahí, entonces simplemente negué con la cabeza, pero luego Datsue me indicó dónde podría ver el cartel con el coto por hora del mismo. Me acerqué al ojirojo a escuchar sus palabras. —¿Regatear?— Murmuré un poco confuso. —Bueno, la idea de una bebida gratis no está mal, con el calor que hace aquí...
Caminé hacia la barra y entonces encontré a la chica que había dicho Uchiha, y muy cerca de ella estaba un calvo con cara de pocos amigos, esperé un poco y llamé la atención de la chica. Después de un par de minutos retorné hacia donde estaba mi nuevo compañero de combate, con una bebida fría en mi siniestra. —Gracias.— Levanté el vaso cuando le agradecí y entonces di un trago, un gran trago y sentí aquel fluido frío y un tanto amargo, no terminaba de acostumbrarme al sabor del licor, lo único reconfortante era que estaba realmente helado.
—En cuanto termine esto empezamos.— Me tomaría mi tiempo bebiendo aquel vaso, después de todo aún sentía en mi cuerpo el calor del sol de afuera.