26/04/2018, 16:11
—Bueno... no creo que sea necesario todo eso... jeje... —respondió él, visiblemente incómodo—. Todo va a i...
Pero sus palabras se vieron eclipsadas por una súbita explosión que restalló en sus oídos con la fuerza de un cañonazo. Apenas unos segundos después, sobre la densidad del bosque, una columna de humo se alzó hacia el cielo como si pretendiera alcanzarlo con sus dedos oscuros.
—¿Qué ha sido...? —preguntó Ayame, pero entonces la niña chilló.
—¡Noooooo! ¡Papá, mamá!
Echó a correr hacia el origen del estruendo, pero Yota se adelantó, alzó el brazo derecho y de él surgió un fino hilo blanquecino que sujetó a la pequeña antes de que pudiera alejarse. Ayame no pudo evitar abrir aún más los ojos, sorprendida. Miró primero a la araña y después volvió a mirarle a él.
«Eso no lo mostró en el torneo...» Meditó, pero aquel no era un buen momento para preguntar. Las prioridades estaban en otro sitio...
—Espera, podría ser peligroso. ¿Eso que explotó fue tu casa? —le preguntó a la pequeña, y esta asintió con los ojos anegados de lágrimas.
—Por Amenokami... —susurró ella, consternada.
—Deberíamos ir a ver qué ha pasado, Ayame-san —Yota se había vuelto hacia ella, buscando su aprobación, y aquella no tardó ni un instante en asentir.
—¡Sí! Además si hay fuego puedo ayudar con mi Suiton —afirmó, apoyando la mano sobre su pecho. Pero entonces recordó algo y volvió la mirada hacia la pequeña—. Pero no podemos dejarla aquí sola, no sabemos qué podría pasar...
Pero sus palabras se vieron eclipsadas por una súbita explosión que restalló en sus oídos con la fuerza de un cañonazo. Apenas unos segundos después, sobre la densidad del bosque, una columna de humo se alzó hacia el cielo como si pretendiera alcanzarlo con sus dedos oscuros.
—¿Qué ha sido...? —preguntó Ayame, pero entonces la niña chilló.
—¡Noooooo! ¡Papá, mamá!
Echó a correr hacia el origen del estruendo, pero Yota se adelantó, alzó el brazo derecho y de él surgió un fino hilo blanquecino que sujetó a la pequeña antes de que pudiera alejarse. Ayame no pudo evitar abrir aún más los ojos, sorprendida. Miró primero a la araña y después volvió a mirarle a él.
«Eso no lo mostró en el torneo...» Meditó, pero aquel no era un buen momento para preguntar. Las prioridades estaban en otro sitio...
—Espera, podría ser peligroso. ¿Eso que explotó fue tu casa? —le preguntó a la pequeña, y esta asintió con los ojos anegados de lágrimas.
—Por Amenokami... —susurró ella, consternada.
—Deberíamos ir a ver qué ha pasado, Ayame-san —Yota se había vuelto hacia ella, buscando su aprobación, y aquella no tardó ni un instante en asentir.
—¡Sí! Además si hay fuego puedo ayudar con mi Suiton —afirmó, apoyando la mano sobre su pecho. Pero entonces recordó algo y volvió la mirada hacia la pequeña—. Pero no podemos dejarla aquí sola, no sabemos qué podría pasar...

![[Imagen: kQqd7V9.png]](https://i.imgur.com/kQqd7V9.png)