28/04/2018, 23:27
Sin embargo, nadie le contestó. Juro parecía estar solo en el gran despacho del Morikage.
O eso es lo que él creía
Una vez resonaba dentro de su mente. Desde alguna parte. Era como una proyección que salía de su cuerpo y entraba en él, en flujo. Rebotaba en las paredes y en los muebles y se amplificaba dentro de él. Aquella horrible voz pronto se hizo dueña del cuerpo del chico, mientras este solo podía escucharla, con horror.
Buscó, sin éxito, al origen de esa voz, pero no encontró a nadie.
« ¿Qué? ¿De dónde viene? ¿Qué...? » — Su cuerpo se congeló, al comprender quién le estaba hablando. El Siete Colas.
Ese monstruo le estaba hablando desde dentro de él.
Juro se quedó muy quieto por unos momentos, cuando la voz se apagó. Como si esperaba algo más. Como si esa criatura fuese a cumplir con sus amenazas y fuera a destrozar su cuerpo en ese mismo momento. Gracias al sello que ahora mismo llevaba en su cuerpo, eso no paso.
Pero el susto no fue a menos. Esa cosa estaba dentro de él, y no estaba precisamente sumisa. Había sido capaz de hablarle. De amenazarle.
Ese ser en su interior quería matarle.
« Yo ya lo sabía. Pero saberlo es tan diferente que vivirlo... »
Juro se encogió sobre sí mismo y abrazó sus rodillas, conteniendo las ganas de llorar. ¿Cómo iba a ser su vida a partir de ahora? ¿Tendría una criatura dentro que se burlaría de él y le amenazaría hasta el día de su muerte? ¿Llegaría a más? ¿Y si algún día el flaqueaba, y entonces...?
Aunque no la escuchaba, se tapó los oídos con ambas manos.
— ¡Déjame en paz! — exclamó, prácticamente gritando. No sabía a quién le hablaba o si le escucharía, pero no podía evitarlo.
O eso es lo que él creía
«¡Jeje! ¡No sabes la suerte que tienes de tenerme ahí dentro, chiquillo!»
Una vez resonaba dentro de su mente. Desde alguna parte. Era como una proyección que salía de su cuerpo y entraba en él, en flujo. Rebotaba en las paredes y en los muebles y se amplificaba dentro de él. Aquella horrible voz pronto se hizo dueña del cuerpo del chico, mientras este solo podía escucharla, con horror.
Buscó, sin éxito, al origen de esa voz, pero no encontró a nadie.
«Acabas de convertirte en el huésped del gran y afortunado Siete Colas.»
« ¿Qué? ¿De dónde viene? ¿Qué...? » — Su cuerpo se congeló, al comprender quién le estaba hablando. El Siete Colas.
Ese monstruo le estaba hablando desde dentro de él.
«Aunque el afortunado eres tú... Si estuvieras fuera... Podía despedazarte. ¡Qué divertido sería!»
Juro se quedó muy quieto por unos momentos, cuando la voz se apagó. Como si esperaba algo más. Como si esa criatura fuese a cumplir con sus amenazas y fuera a destrozar su cuerpo en ese mismo momento. Gracias al sello que ahora mismo llevaba en su cuerpo, eso no paso.
Pero el susto no fue a menos. Esa cosa estaba dentro de él, y no estaba precisamente sumisa. Había sido capaz de hablarle. De amenazarle.
Ese ser en su interior quería matarle.
« Yo ya lo sabía. Pero saberlo es tan diferente que vivirlo... »
Juro se encogió sobre sí mismo y abrazó sus rodillas, conteniendo las ganas de llorar. ¿Cómo iba a ser su vida a partir de ahora? ¿Tendría una criatura dentro que se burlaría de él y le amenazaría hasta el día de su muerte? ¿Llegaría a más? ¿Y si algún día el flaqueaba, y entonces...?
Aunque no la escuchaba, se tapó los oídos con ambas manos.
— ¡Déjame en paz! — exclamó, prácticamente gritando. No sabía a quién le hablaba o si le escucharía, pero no podía evitarlo.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60