1/05/2018, 23:03
—Chicos, por favor, me halagáis pero no tengo tanta experiencia como os creéis. He aprendido a cazar matando bichos aquí y allí y poco más.
"Vaya, tuvo que ser difícil aprender a cazar solo..."
El chico no pudo evitar sonreír un poco cuando escuchó a Jin y lo modesto que era, aunque en su interior sentía algo de pena al ponerse en los zapatos de cazador. Daigo jamás podría pelear solo durante tanto tiempo.
—Os voy contando mientras vamos y así estais más o menos al día para cuando lleguemos.
—¡Sí! —dijo y se dio prisa en caminar casi a su lado, apenas un paso detrás suyo.
—La osa vive en una cueva, como hacen los osos de normal, no es como las cuevas que pintan los artistas y los escritores, de esas que simplemente son un tunel "palante". Tiene su entramado y varias salidas, dos mínimo por lo que yo sé. Por eso necesitaba ayuda, intente atraparla yo solo pero me resultó imposible. Tendremos que dividirnos y no dejar ninguna via de escape. Cuando lleguemos ya vereis en más detalle el plan.
Una cueva con varias salidas. Juro-san y yo utilizamos futon y podriamos cubrir un gran espacio con nuestras técnicas. Si cubrimos cada uno una de las salidas será imposible que el oso salga de ninguna manera.
Daigo continuaba intentando trazar una especie de plan mientras su capitán hablaba.
"Tiene razón, si estudiamos primero la cueva quizá...
Antes de que el chico pudiera acabar de pensar siquiera notó como uno de sus pies ya no tocaba el suelo y en cambio todo su cuerpo comenzaba a hacerlo.
—Waaaah!
Cayó rodando ladera abajo sin control hasta caer en un rio.
—¡Daigo! La hostia, os he dicho que estéis atentos. ¡Llega a ser un oso y te come entero! Tienes suerte que solo sea un rio.
Luego de ponerse de pie con medio cuerpo metido en el agua y hacer una rápida revisión, Daigo comprobó que por suerte lo único que había sido herido era su orgullo.
—¡No se preocupe, estoy bien!
Apenas empezó a moverse con lentitud hasta la orilla cuando un fuerte olor le hizo voltear la levantar la mirada para encontrarse con una gran columna de humo.
—Me cago en la puta, joder, joder, joder. ¡Seguidme! ¡Rápido! Olvidaos de la cueva, hay que darse prisa.
En apenas un instante la vergüenza por la pedazo de caída que había sufrido desapareció cuando se dio cuenta de que quizá había gente en peligro.
Daigo intentó moverse con toda la velocidad que el agua le permitió tomar para seguir a Jin, o a Juro, o incluso a una ardilla si aquello le llevaba al lugar donde ocurría el problema.
Con algo de suerte conseguiría no perder al grupo, o como poco llegar a tiempo para ser de ayuda.
"Vaya, tuvo que ser difícil aprender a cazar solo..."
El chico no pudo evitar sonreír un poco cuando escuchó a Jin y lo modesto que era, aunque en su interior sentía algo de pena al ponerse en los zapatos de cazador. Daigo jamás podría pelear solo durante tanto tiempo.
—Os voy contando mientras vamos y así estais más o menos al día para cuando lleguemos.
—¡Sí! —dijo y se dio prisa en caminar casi a su lado, apenas un paso detrás suyo.
—La osa vive en una cueva, como hacen los osos de normal, no es como las cuevas que pintan los artistas y los escritores, de esas que simplemente son un tunel "palante". Tiene su entramado y varias salidas, dos mínimo por lo que yo sé. Por eso necesitaba ayuda, intente atraparla yo solo pero me resultó imposible. Tendremos que dividirnos y no dejar ninguna via de escape. Cuando lleguemos ya vereis en más detalle el plan.
Una cueva con varias salidas. Juro-san y yo utilizamos futon y podriamos cubrir un gran espacio con nuestras técnicas. Si cubrimos cada uno una de las salidas será imposible que el oso salga de ninguna manera.
Daigo continuaba intentando trazar una especie de plan mientras su capitán hablaba.
"Tiene razón, si estudiamos primero la cueva quizá...
Antes de que el chico pudiera acabar de pensar siquiera notó como uno de sus pies ya no tocaba el suelo y en cambio todo su cuerpo comenzaba a hacerlo.
—Waaaah!
Cayó rodando ladera abajo sin control hasta caer en un rio.
—¡Daigo! La hostia, os he dicho que estéis atentos. ¡Llega a ser un oso y te come entero! Tienes suerte que solo sea un rio.
Luego de ponerse de pie con medio cuerpo metido en el agua y hacer una rápida revisión, Daigo comprobó que por suerte lo único que había sido herido era su orgullo.
—¡No se preocupe, estoy bien!
Apenas empezó a moverse con lentitud hasta la orilla cuando un fuerte olor le hizo voltear la levantar la mirada para encontrarse con una gran columna de humo.
—Me cago en la puta, joder, joder, joder. ¡Seguidme! ¡Rápido! Olvidaos de la cueva, hay que darse prisa.
En apenas un instante la vergüenza por la pedazo de caída que había sufrido desapareció cuando se dio cuenta de que quizá había gente en peligro.
Daigo intentó moverse con toda la velocidad que el agua le permitió tomar para seguir a Jin, o a Juro, o incluso a una ardilla si aquello le llevaba al lugar donde ocurría el problema.
Con algo de suerte conseguiría no perder al grupo, o como poco llegar a tiempo para ser de ayuda.
¡Muchas gracias a Nao por el sensual avatar y a Ranko por la pedazo de firma!
Team pescado.