2/05/2018, 18:30
Datsue, en vista de obtener la segunda victoria, dejó escapar un segundo grito lleno de energías. Aquel aullido lo único que hacía era derrumbar más y más mi moral, una derrota tras otra... Quedaba una última ronda, sí, pero el hecho de perder dos de tres ya me había descalificado del todo...
Esta vez fue el pelinegro el primero en cambiar de armas, le seguí con la mirada y luego con mis pasos, dejé que eligiera primero, quería saber cual era su opción, aunque estaba seguro de que por más de que yo supiese que elegiría no tendría ninguna ventaja. Éste no tardó en elegir un par de herramientas y unirlas, formando una peligrosa kusarigama.
"No es mi especialidad... Pero bueno, me decantaré por esto" Me dije con un poco de temor, realmente las espadas no eran lo mío... Tomé con ambas manos la kodachi sin saber sí hacía realmente una buena elección.
Al voltearme pude ver como Uchiha estaba preparado, incluso estaba haciendo girar la cadena, se movía tan rápido que imitaba a una gran hélice, temible e intimidante...
Me puse en posición. —Aquí vamos!— Anuncié mientras mantenía el sable entre mis manos, esta vez trataría de ganar, sino perdería en el intento, como en las rondas anteriores; al intentar mantener la espada solo con la derecha supe que no podría soportarla más que un par de segundos hasta que esta se cayera totalmente, por lo que la apoyé sobre la muñeca de mi izquierda, mientras con la zurda hacía un único sello, el del carnero.
Mi cuerpo se desvaneció y se movió a una velocidad inusual en linea recta, buscando recortar los metros que nos separaban, la daga debía mantenerse lo suficientemente alta para que mi estocada fuese a su pecho o en su defeco abdomen; era un movimiento arriesgado, sí, iba directo a la derrota...
Esta vez fue el pelinegro el primero en cambiar de armas, le seguí con la mirada y luego con mis pasos, dejé que eligiera primero, quería saber cual era su opción, aunque estaba seguro de que por más de que yo supiese que elegiría no tendría ninguna ventaja. Éste no tardó en elegir un par de herramientas y unirlas, formando una peligrosa kusarigama.
"No es mi especialidad... Pero bueno, me decantaré por esto" Me dije con un poco de temor, realmente las espadas no eran lo mío... Tomé con ambas manos la kodachi sin saber sí hacía realmente una buena elección.
Al voltearme pude ver como Uchiha estaba preparado, incluso estaba haciendo girar la cadena, se movía tan rápido que imitaba a una gran hélice, temible e intimidante...
Me puse en posición. —Aquí vamos!— Anuncié mientras mantenía el sable entre mis manos, esta vez trataría de ganar, sino perdería en el intento, como en las rondas anteriores; al intentar mantener la espada solo con la derecha supe que no podría soportarla más que un par de segundos hasta que esta se cayera totalmente, por lo que la apoyé sobre la muñeca de mi izquierda, mientras con la zurda hacía un único sello, el del carnero.
Mi cuerpo se desvaneció y se movió a una velocidad inusual en linea recta, buscando recortar los metros que nos separaban, la daga debía mantenerse lo suficientemente alta para que mi estocada fuese a su pecho o en su defeco abdomen; era un movimiento arriesgado, sí, iba directo a la derrota...