3/05/2018, 13:08
No sabía muy bien el cómo ni el por qué, pero lo que tenía claro era que, después de haber escuchado aquella historia sobre unos rituales religiosos de dudosa existencia en un lugar del País de la Espiral, Riko se había prometido averiguar todo lo que pudiese sobre aquel extraño círculo de rocas en el que, supuestamente, se habían llevado a cabo.
Había recopilado toda la información que había podido, había buscado en libros, pergaminos y todo lo que había podido encontrar en la biblioteca que tratara sobre ésto pero, finalmente, decidió que la mejor manera de descubrir todo lo que pudiera era viajar hasta el lugar e investigar allí mismo por lo que preparó sus cosas y, por la mañana, comenzó su camino hacia el Círculo de Rocas Ancestrales.
El viaje no se hizo demasiado largo, pero al llegar a su destino la noche ya había hecho acto de aparición y un manto estrellado cubría el cielo, dejando una estampa preciosa y digna de admirar y, en el horizonte, el peliblanco podía distinguir el grupo de rocas en forma de círculo que eran su destino.
«¡Ahí están!»
El genin empezó a correr para llegar cuánto antes y, en cuanto lo hizo se dirigió al interior del círculo, dispuesto a empezar con su investigación allí mismo. Pero, justo al asomarse, vio a una persona en el interior, andando por la zona y, dado que era de noche no podía distinguirle bien, pero por el tamaño no podía ser mucho más mayor que él, por lo que, en principio, no había nada que temer.
— ¡Hola! ¡Buenas noches! Mire, he venido aquí para investigar acerca de los rituales que se dice tenían lugar aquí hace mucho tiempo, ¿sabe usted algo acerca de ello? — Preguntó mientras se acercaba lentamente, para no asustarle.
Había recopilado toda la información que había podido, había buscado en libros, pergaminos y todo lo que había podido encontrar en la biblioteca que tratara sobre ésto pero, finalmente, decidió que la mejor manera de descubrir todo lo que pudiera era viajar hasta el lugar e investigar allí mismo por lo que preparó sus cosas y, por la mañana, comenzó su camino hacia el Círculo de Rocas Ancestrales.
El viaje no se hizo demasiado largo, pero al llegar a su destino la noche ya había hecho acto de aparición y un manto estrellado cubría el cielo, dejando una estampa preciosa y digna de admirar y, en el horizonte, el peliblanco podía distinguir el grupo de rocas en forma de círculo que eran su destino.
«¡Ahí están!»
El genin empezó a correr para llegar cuánto antes y, en cuanto lo hizo se dirigió al interior del círculo, dispuesto a empezar con su investigación allí mismo. Pero, justo al asomarse, vio a una persona en el interior, andando por la zona y, dado que era de noche no podía distinguirle bien, pero por el tamaño no podía ser mucho más mayor que él, por lo que, en principio, no había nada que temer.
— ¡Hola! ¡Buenas noches! Mire, he venido aquí para investigar acerca de los rituales que se dice tenían lugar aquí hace mucho tiempo, ¿sabe usted algo acerca de ello? — Preguntó mientras se acercaba lentamente, para no asustarle.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»