3/05/2018, 15:50
La aproximación fue inminente, mi brazo aguantó lo suficiente como para que la punta de la espada se mantuviese en alto, pude ver como el pelinegro intentaba realizar algún movimiento para esquivar aquella estocada, pero pareció haberse enredado consigo mismo y la cadena que estaba girando hacia unos escasos milisegundos. El filo terminó por golpear el cuerpo de Datsue y éste cayó sobre sus glúteos en el tatami.
—Vaya. Eso ha estado… Vaya. —Se había quedado sin palabras.
Sonreí con sorpresa y satisfacción a la vez, dejé caer la katana, jadeé un poco, mi respiración estaba agitada y mi corazón latía fuerte, efectivamente me encontraba cansado, y después de aquella técnica pff ni hablar.
Me acerqué con lentitud al ojirojo. —Lo que es igual no es trampa.— Dije con la misma sonrisa en mi rostro a la par que le ofrecía mi mano para ayudarlo a ponerse de pie. —Eres el ganador, enhorabuena.
Miré a la barra, los pocos borrachos, que en un momento nos estaban viendo, ya se habían dado la vuelta. Seguían bebiendo cerveza de aquellos tarros, fría y espumosa cerveza... —Ya vuelvo!— Me excusé mientras caminaba rápidamente a la barra, en un par de segundos estaría con dos tarros de regreso. —Muero del calor y esto se ve refrescante.— Admití mientras le daba uno a Uchiha.
Me senté con las piernas flexionadas, apoyé mi brazos en las rodillas y le di un sorbo a aquel líquido, estaba helado sí, pero tenía un sabor amargo, un amargo al que no terminaba de acostumbrarme. —Y... ¿Qué te trae por aquí?— Pregunté con curiosidad.
—Vaya. Eso ha estado… Vaya. —Se había quedado sin palabras.
Sonreí con sorpresa y satisfacción a la vez, dejé caer la katana, jadeé un poco, mi respiración estaba agitada y mi corazón latía fuerte, efectivamente me encontraba cansado, y después de aquella técnica pff ni hablar.
Me acerqué con lentitud al ojirojo. —Lo que es igual no es trampa.— Dije con la misma sonrisa en mi rostro a la par que le ofrecía mi mano para ayudarlo a ponerse de pie. —Eres el ganador, enhorabuena.
Miré a la barra, los pocos borrachos, que en un momento nos estaban viendo, ya se habían dado la vuelta. Seguían bebiendo cerveza de aquellos tarros, fría y espumosa cerveza... —Ya vuelvo!— Me excusé mientras caminaba rápidamente a la barra, en un par de segundos estaría con dos tarros de regreso. —Muero del calor y esto se ve refrescante.— Admití mientras le daba uno a Uchiha.
Me senté con las piernas flexionadas, apoyé mi brazos en las rodillas y le di un sorbo a aquel líquido, estaba helado sí, pero tenía un sabor amargo, un amargo al que no terminaba de acostumbrarme. —Y... ¿Qué te trae por aquí?— Pregunté con curiosidad.