28/08/2015, 15:24
Después de graduarme en la academia como gennin la vida se había vuelto un poco mas aburrida, la verdad es que tenia demasiado tiempo libre y no sabia en que gastarlo, sobretodo cuando Byakko estaba con su madre y no podíamos salir a jugar. Y tampoco es que tuviera muchos amigos con los que ir a entrenar o a hacer cualquier otra cosa.
Al menos aquel día podía salir a corretear y jugar con Byakko, y eso fue lo que hice. Nos fuimos al jardín de los cerezos, que era donde mas pajaritos y otros animales salvajes podíamos encontrar dentro de la villa. La verdad es que aunque ya había comido y no tenia hambre, era divertido perseguirlos y cazarlos, la verdad es que el tiempo se pasaba volando.
Habíamos empezado a seguir a un pequeño pajarito, nos habíamos encaramado a un árbol, y habíamos empezado a cruzar de árbol en árbol saltando por las ramas con el mayor sigilo posible. Bien es cierto que los tigres normalmente no hacia estas cosas, pero no siendo yo del todo un animal, y como Byakko era pequeñito nos las apañábamos.
Al menos eso era lo que yo creía, pero un pequeño despiste me jugo una mala pasada. Una rama había aparecido de repente mientras saltaba hacia delante haciéndome tropezar. Creía que iba a caer al suelo de cabeza, sin embargo no fue el suelo lo que esta golpeo, sino que choque contra otra cabeza y luego caí al suelo de espaldas.
—Nya, eso a dolido
Al menos aquel día podía salir a corretear y jugar con Byakko, y eso fue lo que hice. Nos fuimos al jardín de los cerezos, que era donde mas pajaritos y otros animales salvajes podíamos encontrar dentro de la villa. La verdad es que aunque ya había comido y no tenia hambre, era divertido perseguirlos y cazarlos, la verdad es que el tiempo se pasaba volando.
Habíamos empezado a seguir a un pequeño pajarito, nos habíamos encaramado a un árbol, y habíamos empezado a cruzar de árbol en árbol saltando por las ramas con el mayor sigilo posible. Bien es cierto que los tigres normalmente no hacia estas cosas, pero no siendo yo del todo un animal, y como Byakko era pequeñito nos las apañábamos.
Al menos eso era lo que yo creía, pero un pequeño despiste me jugo una mala pasada. Una rama había aparecido de repente mientras saltaba hacia delante haciéndome tropezar. Creía que iba a caer al suelo de cabeza, sin embargo no fue el suelo lo que esta golpeo, sino que choque contra otra cabeza y luego caí al suelo de espaldas.
—Nya, eso a dolido