28/08/2015, 15:35
(Última modificación: 28/08/2015, 17:44 por Sasagani Yota.)
Tanto Eri como yo queríamos respuestas y las queríamos ya. No era tan difícil, tan solo debía decir un si o un no. O simplemente decirnos que diantres hacíamos en aquella aula número 4 de la academia de las Olas. La verdad es que todo se iba tornando más surrealista a medida que los minutos avanzaban.
Toyo no pasó inadvertido como la chica le clavaba la mirada en sus orbes rojizos. Flexionó sus piernas, apoyó sus manos sobre estas y mantuvo la mirada, aparentemente fría. Yo por mi parte seguía disfrutando de mi caramelo de naranja mientras seguía observando lo que hacían aquellos 4 en el patio.
-Lo sé absolutamente todo de vosotros dos ¿O acaso pensabas que la obsesión de Shiona-sama de tenerlo todo en orden es un simple mito? Nada más lejos de la realidad, muchacha. Le gusta saberlo todo, cuanto más información tenga mejor, pues esa es el arma más mortífera y letal que uno pueda tener a su alcance- Aquellas palabras captaron mi atención de nuevo. De pronto Toyo se volvió como más rudo, seco y serio -En efecto, yo seré vuestra Shiori. Esa jonnin de abajo es Shiori, la sensei de vuestros amiguitos. Así que yo voy a ser vuestro sensei y por esa misma razón os he citado aquí. Os voy a convertir en verdaderos shinobis, entrenaré vuestros cuerpecitos de niño y aprenderéis a tomar decisiones por vuestro propio pie. En definitiva, gracias a mí y solo a mí vais a tener la oportunidad de poder ser chunnins en el día de mañana ¡Deberíais estar agradecidos! Y ahora sentaos de nuevo-
Sin esperar que le hiciésemos caso, el hombre se sentó encima de la mesa en la que estaba sentado minutos antes, cuando nos espió y cuando se presentó. Por fin lo sabíamos, aquel tipo tan extraño era nuestro sensei.
-No sé quién habrá hecho esos informes pero ya somos shinobis ¡Por algo tenemos esta bandana!- protesté al sentir aquel menosprecio -¡Cuando quieras te lo demostraré!-
Toyo no pudo evitar hacer una sonora carcajada
-¿Y qué harás, Yota? Ya habrá tiempo para que me saques tus huesitos y me demuestres lo mucho que sabes de pelear, pero no me refería a eso. También os ayudaré a perfeccionar vuestras técnicas y vuestro estilo de lucha, pero no es ese mi principal objetivo. Mi prioridad es convertir esa cabecita de personita en una cabeza pensante ninja. ¿Lo entiendes ahora?
-Supongo que si- Contesté resignada levantando los hombros.
Bien, bien. antes de empezar... quiero que hagamos un juego para romper el hielo. Bueno no es exactamente un juego, pero eso da igual. Quiero que me digáis quienes sois, por qué quisisteis convertiros en ninjas y cuales son vuestras aspiraciones. Primero las damas, así que Eri, el aula es tuya-
Toyo volvió a mirar a Eri desde su posición, levantó el pulgar derecho y le guiñó el ojo.
Toyo no pasó inadvertido como la chica le clavaba la mirada en sus orbes rojizos. Flexionó sus piernas, apoyó sus manos sobre estas y mantuvo la mirada, aparentemente fría. Yo por mi parte seguía disfrutando de mi caramelo de naranja mientras seguía observando lo que hacían aquellos 4 en el patio.
-Lo sé absolutamente todo de vosotros dos ¿O acaso pensabas que la obsesión de Shiona-sama de tenerlo todo en orden es un simple mito? Nada más lejos de la realidad, muchacha. Le gusta saberlo todo, cuanto más información tenga mejor, pues esa es el arma más mortífera y letal que uno pueda tener a su alcance- Aquellas palabras captaron mi atención de nuevo. De pronto Toyo se volvió como más rudo, seco y serio -En efecto, yo seré vuestra Shiori. Esa jonnin de abajo es Shiori, la sensei de vuestros amiguitos. Así que yo voy a ser vuestro sensei y por esa misma razón os he citado aquí. Os voy a convertir en verdaderos shinobis, entrenaré vuestros cuerpecitos de niño y aprenderéis a tomar decisiones por vuestro propio pie. En definitiva, gracias a mí y solo a mí vais a tener la oportunidad de poder ser chunnins en el día de mañana ¡Deberíais estar agradecidos! Y ahora sentaos de nuevo-
Sin esperar que le hiciésemos caso, el hombre se sentó encima de la mesa en la que estaba sentado minutos antes, cuando nos espió y cuando se presentó. Por fin lo sabíamos, aquel tipo tan extraño era nuestro sensei.
-No sé quién habrá hecho esos informes pero ya somos shinobis ¡Por algo tenemos esta bandana!- protesté al sentir aquel menosprecio -¡Cuando quieras te lo demostraré!-
Toyo no pudo evitar hacer una sonora carcajada
-¿Y qué harás, Yota? Ya habrá tiempo para que me saques tus huesitos y me demuestres lo mucho que sabes de pelear, pero no me refería a eso. También os ayudaré a perfeccionar vuestras técnicas y vuestro estilo de lucha, pero no es ese mi principal objetivo. Mi prioridad es convertir esa cabecita de personita en una cabeza pensante ninja. ¿Lo entiendes ahora?
-Supongo que si- Contesté resignada levantando los hombros.
Bien, bien. antes de empezar... quiero que hagamos un juego para romper el hielo. Bueno no es exactamente un juego, pero eso da igual. Quiero que me digáis quienes sois, por qué quisisteis convertiros en ninjas y cuales son vuestras aspiraciones. Primero las damas, así que Eri, el aula es tuya-
Toyo volvió a mirar a Eri desde su posición, levantó el pulgar derecho y le guiñó el ojo.
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa