7/05/2018, 20:13
—Yo le puedo decir la verdad, pero no son las palabras que usted quiere escuchar, no por ello quiere decir que le estoy mintiendo y sugiero que no se enfrasque de sacar agua de un pozo seco.
El mohicano soltó un sonoro bufido que fue seguido de una aún más sonora carcajada. Sus ojos estaban abiertos al completo mientras reía lo cual le daba un aspecto de locura que ninguno de los dos genin podrían haber visto nunca antes en ninguna otra persona.
— Tiene pelotas este muchacho. — Dijo mientras se incorporaba y miraba de nuevo a sus compañeros, dándose la vuelta mientras soltaba una nueva carcajada. — Me gusta. — Y en ese momento se volvió más serio, miró de nuevo a Keisuke, sin darse la vuelta del todo mientras le apuntaba con su cuchillo.
—Estoy aquí porque es una zona turistica por así decirlo, hay mucho rumores y vine a curiosear un poco, y no me manda nadie. Ustedes... ¿Quienes son? ¿Por qué me secuestraron?
El secuestrador volvió a acuclillarse frente al pelirrojo y le llevo la mano zurda al mentón, sosteniéndoselo arriba asegurándose de que le mirara directamente a los ojos.
— ¿Sabes qué? Te creo, de verdad, ¿eh? ¡Pero las preguntas las hago yo! ¿Entendido? — Y se levantó empujando el rostro del shinobi hacia detrás. — Veamos este... ¡Tú! ¡Albino! — Gritó al quitarle la capucha a Riko. — ¿Tú por qué estás aquí?
Riko le miró de arriba abajo y sus ojos se detuvieron en los orbes dorados del hombre, quedando atrapado.
— Yo-Yo he venido porque había oído rumores de que éste sitio tenía algo especial y quería verlo yo mismo.
De nuevo una carcajada del mohicano.
— Vaya, vaya, vaya, así que tenemos dos curiosos que se han encontrado aquí, ¿eh? ¿Y qué queríais averiguar? ¿Algo sobre los supuestos rituales que se hacen aquí o algo así? — Dijo mirando a ambos.
El mohicano soltó un sonoro bufido que fue seguido de una aún más sonora carcajada. Sus ojos estaban abiertos al completo mientras reía lo cual le daba un aspecto de locura que ninguno de los dos genin podrían haber visto nunca antes en ninguna otra persona.
— Tiene pelotas este muchacho. — Dijo mientras se incorporaba y miraba de nuevo a sus compañeros, dándose la vuelta mientras soltaba una nueva carcajada. — Me gusta. — Y en ese momento se volvió más serio, miró de nuevo a Keisuke, sin darse la vuelta del todo mientras le apuntaba con su cuchillo.
—Estoy aquí porque es una zona turistica por así decirlo, hay mucho rumores y vine a curiosear un poco, y no me manda nadie. Ustedes... ¿Quienes son? ¿Por qué me secuestraron?
El secuestrador volvió a acuclillarse frente al pelirrojo y le llevo la mano zurda al mentón, sosteniéndoselo arriba asegurándose de que le mirara directamente a los ojos.
— ¿Sabes qué? Te creo, de verdad, ¿eh? ¡Pero las preguntas las hago yo! ¿Entendido? — Y se levantó empujando el rostro del shinobi hacia detrás. — Veamos este... ¡Tú! ¡Albino! — Gritó al quitarle la capucha a Riko. — ¿Tú por qué estás aquí?
Riko le miró de arriba abajo y sus ojos se detuvieron en los orbes dorados del hombre, quedando atrapado.
— Yo-Yo he venido porque había oído rumores de que éste sitio tenía algo especial y quería verlo yo mismo.
De nuevo una carcajada del mohicano.
— Vaya, vaya, vaya, así que tenemos dos curiosos que se han encontrado aquí, ¿eh? ¿Y qué queríais averiguar? ¿Algo sobre los supuestos rituales que se hacen aquí o algo así? — Dijo mirando a ambos.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»