7/05/2018, 20:39
Él soltó reverenda carcajada tras escuchar mis palabras, sus órbitas se expusieron más de lo normal y eso, sumado a aquella risa, le daba un aspecto de lo más perturbador, un escalofrío recorrió mi espalda.
"La cague, la cague!!" Me repetía mientras sentía como mi corazón se aceleraba y miraba disimuladamente a mi alrededor, por sí tenía que intentar escapar de ahí en cualquier segundo.
— Tiene pelotas este muchacho.Me gusta. — Anunció entre carcajadas, pero luego siguió alzando el cuchillo de forma amenazante.
"¿Qué..." Quedé totalmente sorprendido por ello. No obstante, mis próximas palabras no corrieron con tanta suerte como las primeras.
El hombre se agachó quedando a mi altura y entonces tomó mi mentón, lo elevó buscando que mis orbes se hicieran frente a aquellas esferas doradas que tenía como ojos, tragué grueso y me mantuve en silencio, nuevamente pude sentir como el corazón latía cada vez más fuerte.
— ¿Sabes qué? Te creo, de verdad, ¿eh? ¡Pero las preguntas las hago yo! ¿Entendido? — Aseguró y luego me empujó hacia atrás, caí sobre mis glúteos y me quedé totalmente en silencio.
— Veamos este... ¡Tú! ¡Albino! — Gritó al quitarle la capucha a Riko. — ¿Tú por qué estás aquí?
Mis ojos se abrieron de par en par al ver la imagen del peliblanco, tenía la esperanza de que a él no lo hubieran atrapado y que estuviese buscándome o algo por el estilo, ahora podía decir que mis esperanzas habían quedado enterradas... Riko contestó lo mismo que yo y nuestro captor soltó otra carcajada desde lo más profundo de su ser, esperaba que por lo menos le doliera el abdomen de tanto reírse...
— Vaya, vaya, vaya, así que tenemos dos curiosos que se han encontrado aquí, ¿eh? ¿Y qué queríais averiguar? ¿Algo sobre los supuestos rituales que se hacen aquí o algo así? —
—Puueees... ¿Nunca ha ido a un lugar por curiosidad o porque llame su atención?— Comenté primeramente, no era una pregunta directa, ya que yo mismo le daría respuesta. —Es como aquella persona que se adentra en el bosque en busca de alguna fruta o fuente, mejor un estanque mágico, y que va a buscarlo, pero sabe que las posibilidades de que lo consigan son mínimas y que solo va por capricho, aunque en el fondo sabe que no lo va a encontrar, porque el estanque es quien decide quién lo encuentra.— Expliqué tratando de no enredarme yo mismo con mi argumento. —Lo que quiero decir es que vine por los rumores, pero no esperaba encontrar nada, simplemente venir, ver que había, como era y luego decir que vine y ya.— Entonces miré a Senju, dando a entender que él podría dar su propia respuesta.
"La cague, la cague!!" Me repetía mientras sentía como mi corazón se aceleraba y miraba disimuladamente a mi alrededor, por sí tenía que intentar escapar de ahí en cualquier segundo.
— Tiene pelotas este muchacho.Me gusta. — Anunció entre carcajadas, pero luego siguió alzando el cuchillo de forma amenazante.
"¿Qué..." Quedé totalmente sorprendido por ello. No obstante, mis próximas palabras no corrieron con tanta suerte como las primeras.
El hombre se agachó quedando a mi altura y entonces tomó mi mentón, lo elevó buscando que mis orbes se hicieran frente a aquellas esferas doradas que tenía como ojos, tragué grueso y me mantuve en silencio, nuevamente pude sentir como el corazón latía cada vez más fuerte.
— ¿Sabes qué? Te creo, de verdad, ¿eh? ¡Pero las preguntas las hago yo! ¿Entendido? — Aseguró y luego me empujó hacia atrás, caí sobre mis glúteos y me quedé totalmente en silencio.
— Veamos este... ¡Tú! ¡Albino! — Gritó al quitarle la capucha a Riko. — ¿Tú por qué estás aquí?
Mis ojos se abrieron de par en par al ver la imagen del peliblanco, tenía la esperanza de que a él no lo hubieran atrapado y que estuviese buscándome o algo por el estilo, ahora podía decir que mis esperanzas habían quedado enterradas... Riko contestó lo mismo que yo y nuestro captor soltó otra carcajada desde lo más profundo de su ser, esperaba que por lo menos le doliera el abdomen de tanto reírse...
— Vaya, vaya, vaya, así que tenemos dos curiosos que se han encontrado aquí, ¿eh? ¿Y qué queríais averiguar? ¿Algo sobre los supuestos rituales que se hacen aquí o algo así? —
—Puueees... ¿Nunca ha ido a un lugar por curiosidad o porque llame su atención?— Comenté primeramente, no era una pregunta directa, ya que yo mismo le daría respuesta. —Es como aquella persona que se adentra en el bosque en busca de alguna fruta o fuente, mejor un estanque mágico, y que va a buscarlo, pero sabe que las posibilidades de que lo consigan son mínimas y que solo va por capricho, aunque en el fondo sabe que no lo va a encontrar, porque el estanque es quien decide quién lo encuentra.— Expliqué tratando de no enredarme yo mismo con mi argumento. —Lo que quiero decir es que vine por los rumores, pero no esperaba encontrar nada, simplemente venir, ver que había, como era y luego decir que vine y ya.— Entonces miré a Senju, dando a entender que él podría dar su propia respuesta.