7/05/2018, 20:52
—Puueees... ¿Nunca ha ido a un lugar por curiosidad o porque llame su atención? Es como aquella persona que se adentra en el bosque en busca de alguna fruta o fuente, mejor un estanque mágico, y que va a buscarlo, pero sabe que las posibilidades de que lo consigan son mínimas y que solo va por capricho, aunque en el fondo sabe que no lo va a encontrar, porque el estanque es quien decide quién lo encuentra. Lo que quiero decir es que vine por los rumores, pero no esperaba encontrar nada, simplemente venir, ver que había, como era y luego decir que vine y ya.
De nuevo el mohicano clavó sus orbes en los de Keisuke, pero esta vez, además, enseñó su dentadura, perfectamente colocada y blanca, en contraposición a sus ropas, sus dientes estaban perfectamente cuidados.
— ¿Pues sabéis qué? ¡Éste es vuestro día de suerte! Porque esta vez, y sólo por esta vez, el estanque mágico ha decidido aparecerse ante vosotros, ¡TACHÁAAAN! — Y abrió los brazos dando a entender que él era el estanque. — Vais a vivir en primera persona uno de esos ''rituales mágicos'' de los que tanto se habla. — Y soltó una nueva carcajada mientras se daba media vuelta y se alejaba de los dos genin.
— Keisuke, ¡tenemos que salir de aquí como sea! — Susurró Riko sin que nadie le oyera excepto su compañero.
El de los ojos dorados se acercó a una especie de mesa de piedra que habían colocado frente a la gran fogata y se colocó una túnica de color rojo, que le cubría todo el cuerpo menos la cabeza.
— ¿Está todo listo, Shunō?
Y el mohicano se giró encarando a su interlocutor.
— No, aún no, ellos no lo están todavía, preparadles.
Y un par de hombres fornidos y ataviados con las mismas capas que se acababa de colocar Shunō se dirigieron hacia ellos, colocándoles de nuevo las bolsas en la cabeza y llevándoselos a rastras.
De nuevo el mohicano clavó sus orbes en los de Keisuke, pero esta vez, además, enseñó su dentadura, perfectamente colocada y blanca, en contraposición a sus ropas, sus dientes estaban perfectamente cuidados.
— ¿Pues sabéis qué? ¡Éste es vuestro día de suerte! Porque esta vez, y sólo por esta vez, el estanque mágico ha decidido aparecerse ante vosotros, ¡TACHÁAAAN! — Y abrió los brazos dando a entender que él era el estanque. — Vais a vivir en primera persona uno de esos ''rituales mágicos'' de los que tanto se habla. — Y soltó una nueva carcajada mientras se daba media vuelta y se alejaba de los dos genin.
— Keisuke, ¡tenemos que salir de aquí como sea! — Susurró Riko sin que nadie le oyera excepto su compañero.
El de los ojos dorados se acercó a una especie de mesa de piedra que habían colocado frente a la gran fogata y se colocó una túnica de color rojo, que le cubría todo el cuerpo menos la cabeza.
— ¿Está todo listo, Shunō?
Y el mohicano se giró encarando a su interlocutor.
— No, aún no, ellos no lo están todavía, preparadles.
Y un par de hombres fornidos y ataviados con las mismas capas que se acababa de colocar Shunō se dirigieron hacia ellos, colocándoles de nuevo las bolsas en la cabeza y llevándoselos a rastras.
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»