7/05/2018, 23:06
Y en cuanto Riko se sumergió en su totalidad, nuestro guardián comprendió que habían cometido un error...
— ¡EH! ¡No te metas entero, tienes que estar a la vista en todo momen... — El hombre se apresuró en ir a la bañera para asegurarse de que el albino seguía ahí. — ¡Joder! ¿Dónde coño se ha metido? ¡Si estaba ahí hace un segundo! — Vociferó, no había duda alguna, Senju le engañó de la forma más fácil y estúpida. —¡Tú! Quédate vigilando a éste, y tú sígueme.— Ordenó al par de hombres a su servicio.
Un único guardia quedó custodiandome, y su mirada se posó directamente en mi, su único rehén, seguramente no me perdería de vista, sí yo también desaparecía podía considerar un buen castigo hacia su persona... —No me mires así, no he hecho nada!— Exclamé ante la presión que sentía con su mirar.
No sabía sí por la conmoción del asunto, o porque el tipo era un idiota, bajó la guardia y el peliblanco logró desarmarlos y inhabilitarlos con un simple golpe; el cuerpo de aquel sujeto cayó directo al suelo, inconsciente.
—Genial.— Murmuré y en mi rostro se dibujó una sonrisa de satisfacción y me puse del pie con alegría, levantando ambas manos.
— Vamos, hay que darse prisa y salir de aquí, ¡ya! — Ordenó, mientras se vestía.
Me vestí lo más rápido posible, busqué mis armas para saber que estaban en su lugar porque probablemente debería usarlas. —Podemos abrir un agujero en la tienda y escapar con el sunshin, ¿lo sabes?— Pregunté antes de utilizar aquella técnica y dejar varado a mi salvador.
— ¡EH! ¡No te metas entero, tienes que estar a la vista en todo momen... — El hombre se apresuró en ir a la bañera para asegurarse de que el albino seguía ahí. — ¡Joder! ¿Dónde coño se ha metido? ¡Si estaba ahí hace un segundo! — Vociferó, no había duda alguna, Senju le engañó de la forma más fácil y estúpida. —¡Tú! Quédate vigilando a éste, y tú sígueme.— Ordenó al par de hombres a su servicio.
Un único guardia quedó custodiandome, y su mirada se posó directamente en mi, su único rehén, seguramente no me perdería de vista, sí yo también desaparecía podía considerar un buen castigo hacia su persona... —No me mires así, no he hecho nada!— Exclamé ante la presión que sentía con su mirar.
No sabía sí por la conmoción del asunto, o porque el tipo era un idiota, bajó la guardia y el peliblanco logró desarmarlos y inhabilitarlos con un simple golpe; el cuerpo de aquel sujeto cayó directo al suelo, inconsciente.
—Genial.— Murmuré y en mi rostro se dibujó una sonrisa de satisfacción y me puse del pie con alegría, levantando ambas manos.
— Vamos, hay que darse prisa y salir de aquí, ¡ya! — Ordenó, mientras se vestía.
Me vestí lo más rápido posible, busqué mis armas para saber que estaban en su lugar porque probablemente debería usarlas. —Podemos abrir un agujero en la tienda y escapar con el sunshin, ¿lo sabes?— Pregunté antes de utilizar aquella técnica y dejar varado a mi salvador.