28/08/2015, 23:40
-Bendita casualidad-
Demasiada casualidad junta. Exactamente eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza. Pero no teníamos otra que hacer caso a la vieja, fiarnos de ella como si la conociésemos de toda la vida y callar para no meter la pata y que esta decidiese descuartizarnos o dejarnos perdidos por el bosque, pendiendo de una telaraña ajena. O nos fiábamos por completo de ella o separábamos nuestro camino. Pero no a medias o perderíamos cualquier tipo de orientación que pudiésemos tener.
Al parecer no estábamos lejos de nuestro objetivo. De nuevo supuse que tenía razón, pues la maleza no permitía ver más allá, ni a ras de suelo ni en lo más alto, todo estaba cubierto de troncos, ramas, hojas y todo lo que conformaba un árbol o un arbusto. Pero lo que no me gustó fue que la anciana marcase el terreno. No iba a permitir que nos convirtiese en sus marionetas.
-Está bien,, llévenos hasta Konoha- guarde silencio por unos pequeños instantes antes de desatar la tormenta -Pero solo haremos en lo que creamos oportuno. Que para algo tenemos uso de razón-
No esperaba que Juro estuviese de acuerdo, aquello lo dije más por mi que por el grupo que formábamos los dos. No me gustaba que decidiesen por mi si yo podía hacerlo. Pero Juro estaba de acuerdo. Le miré de reojo, con una sonrisa afable y asentí.
-Vamos, no hay tiempo que perder-
Demasiada casualidad junta. Exactamente eso fue lo primero que se me pasó por la cabeza. Pero no teníamos otra que hacer caso a la vieja, fiarnos de ella como si la conociésemos de toda la vida y callar para no meter la pata y que esta decidiese descuartizarnos o dejarnos perdidos por el bosque, pendiendo de una telaraña ajena. O nos fiábamos por completo de ella o separábamos nuestro camino. Pero no a medias o perderíamos cualquier tipo de orientación que pudiésemos tener.
Al parecer no estábamos lejos de nuestro objetivo. De nuevo supuse que tenía razón, pues la maleza no permitía ver más allá, ni a ras de suelo ni en lo más alto, todo estaba cubierto de troncos, ramas, hojas y todo lo que conformaba un árbol o un arbusto. Pero lo que no me gustó fue que la anciana marcase el terreno. No iba a permitir que nos convirtiese en sus marionetas.
-Está bien,, llévenos hasta Konoha- guarde silencio por unos pequeños instantes antes de desatar la tormenta -Pero solo haremos en lo que creamos oportuno. Que para algo tenemos uso de razón-
No esperaba que Juro estuviese de acuerdo, aquello lo dije más por mi que por el grupo que formábamos los dos. No me gustaba que decidiesen por mi si yo podía hacerlo. Pero Juro estaba de acuerdo. Le miré de reojo, con una sonrisa afable y asentí.
-Vamos, no hay tiempo que perder-
Narro ~ Hablo ~ Pienso ~ Kumopansa