9/05/2018, 16:48
El pelirrojo compartía con Riko el gusto por aquel lugar, tan escondido y a la vez tan merecedor de ser visitado, al final parecía que toda aquella persecución valía la pena solo por encontrar aquel maravilloso paisaje.
Keisuke se acercó al agua, agachándose en la orilla para lavarse e hidratarse un poco, llevaban un buen rato corriendo y era normal que la sed empezara a notarse, aún así el Senju prefirió quedarse como estaba, no sabía de donde venía aquel agua ni tampoco si tenía residuos, por lo que prefería esperar un poco más.
—¿Cuánto tiempo se supone que debemos seguirle el juego?
Riko dudó, no sabía exactamente el tiempo que llevaban huyendo desde que les había amenazado, aún así, sabía que por lo menos habrían consumido un cuarto del tiempo.
— Pues... No estoy seguro, pero diría que una media hora o cuarenta y cinco minutos, más o menos. — Respondió el peliblanco.
Hubo un breve silencio entre los dos genin, un silencio que les vino al pelo ya que, de fondo, empezaron a escuchar varias pisadas y voces que delataban que alguien más había entrado en la cueva, posiblemente los esbirros de Shunō.
— ¿Oyes eso? ¡Tenemos que escondernos antes de que lleguen aquí!
Keisuke se acercó al agua, agachándose en la orilla para lavarse e hidratarse un poco, llevaban un buen rato corriendo y era normal que la sed empezara a notarse, aún así el Senju prefirió quedarse como estaba, no sabía de donde venía aquel agua ni tampoco si tenía residuos, por lo que prefería esperar un poco más.
—¿Cuánto tiempo se supone que debemos seguirle el juego?
Riko dudó, no sabía exactamente el tiempo que llevaban huyendo desde que les había amenazado, aún así, sabía que por lo menos habrían consumido un cuarto del tiempo.
— Pues... No estoy seguro, pero diría que una media hora o cuarenta y cinco minutos, más o menos. — Respondió el peliblanco.
Hubo un breve silencio entre los dos genin, un silencio que les vino al pelo ya que, de fondo, empezaron a escuchar varias pisadas y voces que delataban que alguien más había entrado en la cueva, posiblemente los esbirros de Shunō.
— ¿Oyes eso? ¡Tenemos que escondernos antes de que lleguen aquí!
~ Narro ~ Hablo ~ «Pienso»