11/05/2018, 19:59
—¿Acomplejarme? —preguntó, ya salido de la ducha y tomando una toalla—. ¡No prejuzgues de forma tan precipitada, Keisuke-san! —exclamó, aunque en tono jocoso—. O seguirás genin toda tu vida —Una pulla por otra—. Los jōnins nunca sacan conclusiones precipitadas —dijo con voz altanera, como si fuese un veterano de toda la vida y no un recién ascendido.
Ante la broma de Keisuke de sacar una regla, el Uchiha no pudo hacer más que reír.
—Iba a comentar una sobrada, pero… Bah —hizo un ademán con la mano, como quitándole importancia—, venga, vamos. Que quiero probar ya las famosas termas.
Mientras aguardaba, el amejin sacó el tema de Koutetsu. El Uchiha jamás oído aquel nombre, ni le sonaba para nada su descripción. «¿Pelo blanco? Así era Haskoz, ese que era tan amigo de mi Hermano antes de estirar la pata. Pero aparte de él…».
—No, tío. No lo conozco —dijo, negando con la cabeza—. Venga, ¡vamos!
Minutos más tarde, Keisuke y Datsue se encontraban al aire libre, con varios baños entre los que elegir. Uno era una enorme bañera herbal —Datsue lo supo por el color verde de su agua—. Otro, segúnun cartel que lo indicaba, una bañera con agua muy fría, perfecta para dar un cambio brusco a la temperatura de tu cuerpo. Había un jacuzzi, una sauna…
… y lo que había estado buscando Datsue: un gran baño con chorros. Chorros que salían tanto debajo del agua como por encima —estos últimos salían de las fauces de unas serpientes de roca, distribuidos por los laterales de la piscina—, de intensidad variable.
Por suerte para ellos, aquel era el baño más impopular de todos. Apenas había clientes. Datsue dobló su toalla y la colocó sobre la cabeza antes de sumergirse en el agua, tan caliente que su primer impulso fue salir de allí de un salto.
Lo soportó, y sin darse cuenta su Sharingan se desactivó. La falta de concentración y de costumbre habían sido las responsables.
—¡Uau! Tienes que meterte aquí, compañero.
Ante la broma de Keisuke de sacar una regla, el Uchiha no pudo hacer más que reír.
—Iba a comentar una sobrada, pero… Bah —hizo un ademán con la mano, como quitándole importancia—, venga, vamos. Que quiero probar ya las famosas termas.
Mientras aguardaba, el amejin sacó el tema de Koutetsu. El Uchiha jamás oído aquel nombre, ni le sonaba para nada su descripción. «¿Pelo blanco? Así era Haskoz, ese que era tan amigo de mi Hermano antes de estirar la pata. Pero aparte de él…».
—No, tío. No lo conozco —dijo, negando con la cabeza—. Venga, ¡vamos!
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Minutos más tarde, Keisuke y Datsue se encontraban al aire libre, con varios baños entre los que elegir. Uno era una enorme bañera herbal —Datsue lo supo por el color verde de su agua—. Otro, segúnun cartel que lo indicaba, una bañera con agua muy fría, perfecta para dar un cambio brusco a la temperatura de tu cuerpo. Había un jacuzzi, una sauna…
… y lo que había estado buscando Datsue: un gran baño con chorros. Chorros que salían tanto debajo del agua como por encima —estos últimos salían de las fauces de unas serpientes de roca, distribuidos por los laterales de la piscina—, de intensidad variable.
Por suerte para ellos, aquel era el baño más impopular de todos. Apenas había clientes. Datsue dobló su toalla y la colocó sobre la cabeza antes de sumergirse en el agua, tan caliente que su primer impulso fue salir de allí de un salto.
Lo soportó, y sin darse cuenta su Sharingan se desactivó. La falta de concentración y de costumbre habían sido las responsables.
—¡Uau! Tienes que meterte aquí, compañero.
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado