12/05/2018, 19:53
Pero, a su pesar, ahora se arrepentía con todo su ser de no haber aprovechado aquella ínfima oportunidad, que ahora se le estrujaba de las manos a medida que el cuerpo de Koe se alejaba con todas las de la ley a través del muelle. Y no sólo por ello, sino que ahí en donde había estado ella inconsciente, ahora relucía un pequeño charco de sangre que presumiblemente pertenecía a la sobrina de Shenfu Kano. Kaido maldijo para sus adentros, excesivamente preocupado. Si Koe realmente estaba muerta, ya aquella misión era un fracaso rotundo, aún y cuando pudiera quitar el velo a la tal Kila, y a su plan que aún permanecía desconocido.
El Tiburón de Amegakure, no obstante, aprovecharía aquella prueba del crimen para asegurarse de que Koe no iba a alejarse demasiado sin que él pudiera saber hacia dónde se dirigía. Porque aún y cuando se encontraba transformado en agua, el gyojin podía oír, ver, sentir. Y por sobre todas las cosas, oler.
Cual bestia de mar, sus fosas se cautivaron con el hierro aromático que desprendía aquel pequeño charco, que abatido con la fregona de Kila, pronto perdería su esencia. Kaido quería captar el rastro como bien se sabía capaz, y realizar la conexión con Koe antes de que ésta se perdiera del muelle.
El Tiburón de Amegakure, no obstante, aprovecharía aquella prueba del crimen para asegurarse de que Koe no iba a alejarse demasiado sin que él pudiera saber hacia dónde se dirigía. Porque aún y cuando se encontraba transformado en agua, el gyojin podía oír, ver, sentir. Y por sobre todas las cosas, oler.
Cual bestia de mar, sus fosas se cautivaron con el hierro aromático que desprendía aquel pequeño charco, que abatido con la fregona de Kila, pronto perdería su esencia. Kaido quería captar el rastro como bien se sabía capaz, y realizar la conexión con Koe antes de que ésta se perdiera del muelle.