12/05/2018, 23:16
Y la conexión se hizo. Débil, mucho más débil que de costumbre, pero ahí estaba, tan claro para él como un rastro luminoso que iba desde la mancha de sangre de la cubierta hasta el cuerpo de Koe envuelto en telas. Un rastro que iba perdiendo en intensidad a medida que se alejaba.
El chico con la cicatriz no iba especialmente rápido, pero de seguir así no tardaría demasiado en salir del rango olfativo de su depredador: el Tiburón de Amegakure.
Mientras tanto, tras limpiar como pudo la sangre, Kila descendió por las escaleras para ir al gran comedor, a reunirse con el resto de integrantes del restaurante Baratie. Con el resto, salvo Kaido, quién ahora tenía frente a sí dos opciones. Dos caminos.
Y el elegido por él fue…
El chico con la cicatriz no iba especialmente rápido, pero de seguir así no tardaría demasiado en salir del rango olfativo de su depredador: el Tiburón de Amegakure.
Mientras tanto, tras limpiar como pudo la sangre, Kila descendió por las escaleras para ir al gran comedor, a reunirse con el resto de integrantes del restaurante Baratie. Con el resto, salvo Kaido, quién ahora tenía frente a sí dos opciones. Dos caminos.
Y el elegido por él fue…