13/05/2018, 02:42
¿Delicado? ¿¡Delicado!? El Uchiha tuvo que hacer acopio de toda su fuerza de voluntad. Pagarlas con él y enfadarse era lo peor que le convenía en aquel momento.
—No sé que clase de relación tenías con ella, pero es algo de lo que no estoy autorizado a hablar.
Tenías con ella, tenías con ella, tenías con ella… Las palabras de Keisuke resonaron en su cabeza como un eco grave y continuo. Aquella simple frase, aquella palabra, contenía un significado mucho más profundo de lo que podía parecer. Puede que incluso más de lo que Keisuke era consciente.
—¿Tenía? —logró balbucear—. ¿Cómo que tenía? ¿Por qué lo dices en pasado? Como si ella estuviese… —negó con la cabeza. No, tenía que ser otra cosa. ¡Se negaba a aceptarlo!—. Keisuke, ella es inmortal. Lo sabes, ¿verdad? Es imposible que esté muerte, ¿me oyes? ¡Imposible! —exclamó Datsue, y de nuevo tuvo que esforzarse por contener la ira que reverberaba en cada poro de su ser.
Debía tranquilizarse. Analizar la situación. Buscar la verdad tras los gestos de Keisuke. Tras sus miradas. Tras sus palabras. Tras su silencio. «No está autorizado a hablar», recordó entonces. ¿Quién no le iba a autorizar? «Un rango superior», concluyó. Un chūnin, un jōnin, o la mismísima Arashikage. ¿Por qué no le iba a autorizar? «Porque está de misión», pensó la parte más optimista de Datsue. «Porque fue acusada de traición», pensó la más pesimista. No se le ocurrían más opciones.
—Dime una cosa, Keisuke… —el tono de su voz se rebajó a un mero murmullo. El Sharingan volvió a brillar en su mirada—. ¿Está viva?
—No sé que clase de relación tenías con ella, pero es algo de lo que no estoy autorizado a hablar.
Tenías con ella, tenías con ella, tenías con ella… Las palabras de Keisuke resonaron en su cabeza como un eco grave y continuo. Aquella simple frase, aquella palabra, contenía un significado mucho más profundo de lo que podía parecer. Puede que incluso más de lo que Keisuke era consciente.
—¿Tenía? —logró balbucear—. ¿Cómo que tenía? ¿Por qué lo dices en pasado? Como si ella estuviese… —negó con la cabeza. No, tenía que ser otra cosa. ¡Se negaba a aceptarlo!—. Keisuke, ella es inmortal. Lo sabes, ¿verdad? Es imposible que esté muerte, ¿me oyes? ¡Imposible! —exclamó Datsue, y de nuevo tuvo que esforzarse por contener la ira que reverberaba en cada poro de su ser.
Debía tranquilizarse. Analizar la situación. Buscar la verdad tras los gestos de Keisuke. Tras sus miradas. Tras sus palabras. Tras su silencio. «No está autorizado a hablar», recordó entonces. ¿Quién no le iba a autorizar? «Un rango superior», concluyó. Un chūnin, un jōnin, o la mismísima Arashikage. ¿Por qué no le iba a autorizar? «Porque está de misión», pensó la parte más optimista de Datsue. «Porque fue acusada de traición», pensó la más pesimista. No se le ocurrían más opciones.
—Dime una cosa, Keisuke… —el tono de su voz se rebajó a un mero murmullo. El Sharingan volvió a brillar en su mirada—. ¿Está viva?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado