13/05/2018, 16:17
(Última modificación: 13/05/2018, 16:59 por Umikiba Kaido.)
Eligió lo que él consideraba lo correcto, y esa era seguir el rastro de Koe. Comprobar que estuviera bien, y darle finalmente a aquel tipo la paliza de su vida.
Su razonamiento, sin embargo, dependía de forma intransigente de las acciones de Kila, cuyos objetivos aún no estaban totalmente esclarecidos. Pero tal y como lo había dicho ella antes de abandonar la cubierta, sería ella quien iría hasta la locación a donde se dirigía su cómplice y no al revés. Por tanto, contaba —a duras penas— con que no hiciera daño a nadie para continuar manteniendo su subterfugio, que sería absolutamente imperioso una vez que las ausencias comenzaran a ser notorias.
De cualquier forma, estaba decidido. Bajó al muelle y siguió el rastro aromático de la deliciosa sangre de Koe.
Su razonamiento, sin embargo, dependía de forma intransigente de las acciones de Kila, cuyos objetivos aún no estaban totalmente esclarecidos. Pero tal y como lo había dicho ella antes de abandonar la cubierta, sería ella quien iría hasta la locación a donde se dirigía su cómplice y no al revés. Por tanto, contaba —a duras penas— con que no hiciera daño a nadie para continuar manteniendo su subterfugio, que sería absolutamente imperioso una vez que las ausencias comenzaran a ser notorias.
De cualquier forma, estaba decidido. Bajó al muelle y siguió el rastro aromático de la deliciosa sangre de Koe.