13/05/2018, 21:12
El hedor a embriaguez que desprendían los dos hombres casi llevó a Karma a dar un paso atrás. En primera instancia el dúo había respondido de una manera mucho más pacífica de lo que la joven había esperado, pero ni por esas iban a permitirle pasar con tanta facilidad. Los borrachos no tardaron en enzarzarse una vez más en su disputa, retomando lo que había interrumpido la kunoichi o quizás comenzando una nueva; Karma no podía saberlo y, en realidad, no le importaba.
Estaba cansada y solo deseaba una cena caliente y una cama sobre la que reposar. Aún así, el estado de los desconocidos le llevaba a barajar la posibilidad de que si se pasaba de insistente o mostraba su irritación, el par de tipos podría volverse contra ella y escupir toda aquella agresividad que estaban acumulando sobre su persona. Los dos, sin excepción, parecían un caldero a punto de rebosar. La pelivioleta no quería estar en mitad del epicentro cuando lo hiciesen.
—¿Y qué tal si aclaran sus diferencias con una partida de shōgi? —injirió con una media sonrisa.
No es que el par de truhanes estuviera en condiciones de algo así, pero Karma se limitó a soltar lo primero que se le pasó por la cabeza.
Estaba cansada y solo deseaba una cena caliente y una cama sobre la que reposar. Aún así, el estado de los desconocidos le llevaba a barajar la posibilidad de que si se pasaba de insistente o mostraba su irritación, el par de tipos podría volverse contra ella y escupir toda aquella agresividad que estaban acumulando sobre su persona. Los dos, sin excepción, parecían un caldero a punto de rebosar. La pelivioleta no quería estar en mitad del epicentro cuando lo hiciesen.
—¿Y qué tal si aclaran sus diferencias con una partida de shōgi? —injirió con una media sonrisa.
No es que el par de truhanes estuviera en condiciones de algo así, pero Karma se limitó a soltar lo primero que se le pasó por la cabeza.