14/05/2018, 21:12
—No hace falta buscar, sé del lugar perfecto —replicó Datsue, guiñándole un ojo. El olor a pizza le había abierto todavía más el apetito, y se moría de ganas de darle un bocado.
Así pues, sus pasos cruzaron raudos por las calles de la villa, esquivando con facilidad los transeúntes y turistas que las plagaban. No tardó demasiado en llegar a un sitio que Keisuke conocía de sobra: el dojo en el que habían luchado. No obstante, no fue a la entrada, sino que lo bordeó por una callejuela que daba a la parte trasera del local. Tras mirar a un lado y otro para asegurarse de que no había nadie mirando, saltó hacia la pared y empezó a caminar por ella.
Sí, a caminar por la pared, como cualquiera que se autoproclamase ninja podía hacer. Llegado al final, y sin soltar la bolsa con la pizza que asía con la diestra, escaló por el tejado, alcanzando uno de los puntos más altos de la aldea.
En la cúspide, una hilera de tejas atravesaba el tejado de lado a lado, formando el vértice del imaginario triángulo. Datsue se sentó allí, con una pierna a cada lado del tejado, y abrió al fin su pedido: una pizza normal y corriente, de jamón y queso, sin extravagancias ni inventos.
Entonces, antes de hincarle el diente, buscó a Keisuke con la mirada. ¿Se habría atrevido a subir con él?
Así pues, sus pasos cruzaron raudos por las calles de la villa, esquivando con facilidad los transeúntes y turistas que las plagaban. No tardó demasiado en llegar a un sitio que Keisuke conocía de sobra: el dojo en el que habían luchado. No obstante, no fue a la entrada, sino que lo bordeó por una callejuela que daba a la parte trasera del local. Tras mirar a un lado y otro para asegurarse de que no había nadie mirando, saltó hacia la pared y empezó a caminar por ella.
Sí, a caminar por la pared, como cualquiera que se autoproclamase ninja podía hacer. Llegado al final, y sin soltar la bolsa con la pizza que asía con la diestra, escaló por el tejado, alcanzando uno de los puntos más altos de la aldea.
En la cúspide, una hilera de tejas atravesaba el tejado de lado a lado, formando el vértice del imaginario triángulo. Datsue se sentó allí, con una pierna a cada lado del tejado, y abrió al fin su pedido: una pizza normal y corriente, de jamón y queso, sin extravagancias ni inventos.
Entonces, antes de hincarle el diente, buscó a Keisuke con la mirada. ¿Se habría atrevido a subir con él?
¡Agradecimientos a Daruu por el dibujo de PJ y avatar tan OP! ¡Y a Reiji y Ayame por la firmaza! Si queréis una parecida, este es el lugar adecuado