14/05/2018, 23:07
La joven quedó quieta y en silencio, indiferente ante las groseras palabras del chiquillo. Se limitó a alzar las cejas cuando el ya mencionado, al caer en la cuenta de que Karma pertenecía a aquella especie que él aseguraba matar en sus pintadas, huyó como lobo azotado con el rabo entre las piernas.
—Vaya...
Acto seguido se introdujo en la posada, dejando el grafiti allí. «Ya tengo bastante que limpiar de por sí y por esto no me van a pagar», razonó, carente de ánimos altruistas.
Mañana le esperaba un día de duro trabajo, probablemente...
—Vaya...
Acto seguido se introdujo en la posada, dejando el grafiti allí. «Ya tengo bastante que limpiar de por sí y por esto no me van a pagar», razonó, carente de ánimos altruistas.
Mañana le esperaba un día de duro trabajo, probablemente...