15/05/2018, 20:00
La joven sintió en todas las fibras de su ser el bloqueo de Akame; la sensación del músculo estampándose contra el músculo. A Karma nunca le había agradado. Acto seguido la genin se llevó una sonora palmada en el centro de su nariz, algo que no solo le produjo dolor, si no un fuerte mareo y una ligera pérdida de equilibrio. El Uchiha no tardó en arrebatarle todo lo que le quedaba a la kunoichi de eso último gracias a su barrido.
Una vez más, Karma aterrizó malamente sobre la gravilla; su vestido se mostraba más que manchado de polvo. La kunoichi se llevó ambas manos a la nariz de forma instintiva, tratando de suprimir el vomitivo malestar que irradiaba aquella zona. Estaba sangrando por ahí, de hecho. Nada serio, tan solo un par de capilares rotos por el impacto, pero varias gotas de sangre escaparon del bloqueo formado por sus manos de porcelana y cayeron al olvido.
La muchacha estaba aturdida. Se vio obligada a usar sus extremidades para incorporarse a medias, dejando su faz a la vista. Sendos riachuelos de sangre descendían desde sus orificios nasales, besándole los labios y el mentón. Necesitó de un esfuerzo monumental para ponerse en pie. A pesar de todo ello, la genin sonreía.
—V-Vale...
No estaba muy segura de lo que hacía, no podía pensar con claridad, así que la fémina se limitó a dejarse llevar. Lanzó una vez más su puño derecho, dirigido al rostro del jōnin. No era un golpe fuerte ni rápido, dado el estado de su autora, pero no iba a desobedecer por mucho que la apalizasen.
Una vez más, Karma aterrizó malamente sobre la gravilla; su vestido se mostraba más que manchado de polvo. La kunoichi se llevó ambas manos a la nariz de forma instintiva, tratando de suprimir el vomitivo malestar que irradiaba aquella zona. Estaba sangrando por ahí, de hecho. Nada serio, tan solo un par de capilares rotos por el impacto, pero varias gotas de sangre escaparon del bloqueo formado por sus manos de porcelana y cayeron al olvido.
La muchacha estaba aturdida. Se vio obligada a usar sus extremidades para incorporarse a medias, dejando su faz a la vista. Sendos riachuelos de sangre descendían desde sus orificios nasales, besándole los labios y el mentón. Necesitó de un esfuerzo monumental para ponerse en pie. A pesar de todo ello, la genin sonreía.
—V-Vale...
No estaba muy segura de lo que hacía, no podía pensar con claridad, así que la fémina se limitó a dejarse llevar. Lanzó una vez más su puño derecho, dirigido al rostro del jōnin. No era un golpe fuerte ni rápido, dado el estado de su autora, pero no iba a desobedecer por mucho que la apalizasen.