15/05/2018, 21:15
Karma estaba tan cansada, dolorida y aturdida que ni llegó a procesar el resultado de su desesperada artimañana. No debería de haber sido muy negativo, en cualquiera de los casos, dada la reacción de Akame. «No puedo más... pelear es mucho más agotador que sentarse y dejar que lluevan los golpes... espero que no me ordene que me levante otra vez...», se dijo la kunoichi, derrotada.
Mas el jōnin no albergaba intenciones de continuar con la pelea. La joven lo encontró a su vera poco después, tendiéndole la mano. Karma la tomó, apoyándose en la fuente de poderío ajeno para ponerse en pie. Los comentarios de Akame la llevaron a echar un vistazo a su indumentaria.
—Oh no, mi vestido... —se lamentó al percatarse del lamentable estado de la prenda—. Veré lo que tengo por casa, sensei...
Tomó un trozo de venda del interior de su kit, fragmento que utilizó para limpiarse la sangre del rostro. Acto seguido partió el ya mencionado por la mitad e introdujo las dos partes enrolladas en sus orificios nasales, taponándolos.
Mas el jōnin no albergaba intenciones de continuar con la pelea. La joven lo encontró a su vera poco después, tendiéndole la mano. Karma la tomó, apoyándose en la fuente de poderío ajeno para ponerse en pie. Los comentarios de Akame la llevaron a echar un vistazo a su indumentaria.
—Oh no, mi vestido... —se lamentó al percatarse del lamentable estado de la prenda—. Veré lo que tengo por casa, sensei...
Tomó un trozo de venda del interior de su kit, fragmento que utilizó para limpiarse la sangre del rostro. Acto seguido partió el ya mencionado por la mitad e introdujo las dos partes enrolladas en sus orificios nasales, taponándolos.