15/05/2018, 21:45
Karma cumplió con éxito su primera tarea: bajar el nido del hombro de la Uzukage. Los polluelos, sin plumaje y ciegos, no hacían más que piar, como si se diesen cuenta de que algo iba mal.
Karma estaba a punto de dejarlos en el suelo cuando…
¡Pouk, pouk! ¡Sriii! Un pájaro gorjeando en lo alto del cielo, que caía en picado sobre la kunoichi. Por suerte para ella, no se trataba de un águila, sino de una ave muy pequeña, de apenas treinta centímetros de largo. De plumaje negro, pico amarillo anaranjado y ojos completamente negros salvo por el borde, como si tuviesen un anillo naranja rodeándolos. El ave, pese a ser poca cosa, trató de herirla con sus zarpas y picotearla.
No tardó demasiado en recibir ayuda: otro pájaro, de parecido tamaño y plumaje marrón, más oscuro en el pecho y con tonalidades más grises hacia abajo. Tanto su pico como su anillo ocular eran marrones, y con la misma determinación que la otra ave, atacó a Karma.
Karma estaba a punto de dejarlos en el suelo cuando…
¡Pouk, pouk! ¡Sriii! Un pájaro gorjeando en lo alto del cielo, que caía en picado sobre la kunoichi. Por suerte para ella, no se trataba de un águila, sino de una ave muy pequeña, de apenas treinta centímetros de largo. De plumaje negro, pico amarillo anaranjado y ojos completamente negros salvo por el borde, como si tuviesen un anillo naranja rodeándolos. El ave, pese a ser poca cosa, trató de herirla con sus zarpas y picotearla.
No tardó demasiado en recibir ayuda: otro pájaro, de parecido tamaño y plumaje marrón, más oscuro en el pecho y con tonalidades más grises hacia abajo. Tanto su pico como su anillo ocular eran marrones, y con la misma determinación que la otra ave, atacó a Karma.