15/05/2018, 22:19
(Última modificación: 15/05/2018, 22:20 por Eikyuu Juro.)
Juro estuvo tan concentrado que se perdió el espectáculo de las flechas, los osos panda rodando y toda la magia. Simplemente escuchó el rugido del oso mayor, y notó como se le agotaba el tiempo.
Entonces, el chakra extinguió el fuego y se lo llevó a su pergamino. Este tenía un simple kanji "Fuego", donde a partir de ahora almacenaría el fuego de la hoguera. A su espalda tenía su marioneta, que le miraba con algo de reproche, por haberle quitado su puesto.
« En cuanto me libre de este fuego podrás volver » — pensó, pero no quiso distrarse.
— ¡Terminé!
— ¡Vale! ¡Ahora apártate!
Juro alzó la cabeza y pudo ver a sus enemigos: un oso panda de tres metros de altura, y cuatro osos más pequeños, que avanzaban. Unos se habían rezagado más, pero todos iban hacia su dirección. Probablemente continuarían hacia la aldea, y ya no podía hacer nada.
Él no tenía fuerzas para derribar a aquellas criaturas.
Juro corrió con todas sus fuerzas y se lanzó al suelo, imitando al cazador, para apartarse de la trayectoria de las criaturas. Con suerte, pasarían de largo y ni le mirarían. En sus manos, agarraba el pergamino en el que había sellado el fuego. Con cuidado, lo guardaría, una vez estuviera a salvo.
— ¿Qué hacemos ahora? — murmuró, claramente preocupado por el espectáculo que tenía delante.
Entonces, el chakra extinguió el fuego y se lo llevó a su pergamino. Este tenía un simple kanji "Fuego", donde a partir de ahora almacenaría el fuego de la hoguera. A su espalda tenía su marioneta, que le miraba con algo de reproche, por haberle quitado su puesto.
« En cuanto me libre de este fuego podrás volver » — pensó, pero no quiso distrarse.
— ¡Terminé!
— ¡Vale! ¡Ahora apártate!
Juro alzó la cabeza y pudo ver a sus enemigos: un oso panda de tres metros de altura, y cuatro osos más pequeños, que avanzaban. Unos se habían rezagado más, pero todos iban hacia su dirección. Probablemente continuarían hacia la aldea, y ya no podía hacer nada.
Él no tenía fuerzas para derribar a aquellas criaturas.
Juro corrió con todas sus fuerzas y se lanzó al suelo, imitando al cazador, para apartarse de la trayectoria de las criaturas. Con suerte, pasarían de largo y ni le mirarían. En sus manos, agarraba el pergamino en el que había sellado el fuego. Con cuidado, lo guardaría, una vez estuviera a salvo.
— ¿Qué hacemos ahora? — murmuró, claramente preocupado por el espectáculo que tenía delante.
Hablo / Pienso
Avatar hecho por la increible Eri-sama.
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Sellos implantados: Hermandad intrepida
- Juro y Datsue : Aliento nevado, 218. Poder:60